El presente estudio expone de una manera clara y sencilla los eventos principales que tuvieron lugar en Jerusalén y que le fueron mostrados a Juan, varias décadas después, en una visión que debía ser enviada a las siete iglesias de Asia.

Tomando este pequeño estudio como guía facilitará al lector cotejar ordenadamente los pasajes de la Palabra de Dios relacionados con este interesante tema.

Los 144.000 sellados

Introducción

Los ciento cuarenta y cuatro mil sellados son el número privilegiado de hombres que por amor a su Salvador no estimaron valiosas sus vidas ni consideraron provechoso darle a la carne los placeres que demanda. Hombres de nidos en la adoración al Cordero de Dios exactamente como Dios lo demanda. (Porque ha de saberse que Dios demanda adoración ilimitada de su pueblo; adoración que únicamente se alcanza cuando existe identificación plena con él).

La escena de estas personas está en la eternidad, desde allí le fueron mostradas al siervo Juan. Sí, esta visión le fue mostrada porque está en la eternidad de la misma manera en que están todas las otras imágenes que contiene el libro de Revelación.

Como es correctamente sabido, la eternidad es ausencia de tiempo, es un estado donde las cosas transcurren de un modo que únicamente es conocido por el Altísimo que lo creó todo. Nuestro espíritu está limitado de alcance por lo cual nos es imposible entender cómo en la ausencia de tiempo puedan estar registrados eventos que acontecieron, que han acontecido y otros están por acontecer.

La ausencia de tiempo está demostrada varias veces en la Palabra de Dios, un ejemplo es Revelación 13:8:

“Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo”. Reina-Valera Antigua.

Por ser difícil de traducir exactamente debido a los tiempos gramaticales de la lengua Griega, y al modo de interpretar de los traductores, este texto es vertido de diferentes maneras en otras versiones, por ejemplo, la Reina-Valera 95 lo interpreta así:

“La adoraron todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no estaban escritos desde el principio del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado”.

Personalmente pienso que la Reina-Valera Antigua proporciona una idea más acertada ya que las imágenes descritas en 13:8 corresponden a la eternidad y por lo tanto están exentas del arreglo excesivamente elaborado en que las ideas han sido colocadas en esta versión. Así, el texto declara que una cantidad no específica de personas adoró, están adorando o adorarán a la bestia, y obsérvese que el texto declara que “sus nombres no están escritos en el libro de la vida”. Aún antes de que aquella adoración se lleve (o se llevara a cabo) los nombres de los paganos ya estaban ausentes en la eternidad porque el Altísimo de antemano los conoce.

La segunda parte del texto dice que el Cordero “fue muerto desde el principio del mundo”, a mí me parece que esta es una idea más acertada en comparación a como lo vierte la ReinaValera del 95, porque como repito, estas escenas, y todas las que se re eren al plan de salvación, están escritas desde antes que sucedieran. Desde la eternidad el Padre sabía que su Hijo tendría que venir a la Tierra al tiempo señalado para pagar con su muerte el rescate por la humanidad y de esa manera allanar para ellos el camino hacia la salvación.

Estos 144.000 están escritos en el libro de la vida igual a como están los nombres de aquellos que a lo largo de los siglos han venido muriendo sin adorar a la bestia o a su imagen.

En la visión de Revelación 14, a los 144.000 se les mira activos acompañando al Cordero, esa actividad no se ha llevado a cabo todavía, fue una visión de aquello que será cuando el reino de Cristo venga a la Tierra para ser establecido.

De las pretensiones sectarias

Pretensión viene significando algo así como un derecho que alguien juzga tener sobre algo. Claro que por ser pretensión no pasa más allá de los muros dogmático-sectarios sin tener reconocimiento de nadie sino sólo de la agrupación que toma para sí la idea de ser ellos a quienes la Santa Escritura menciona con ese número.

Dos organizaciones estadounidenses han decidido hacer propaganda evangelística enseñando que los 144.000 son parte de ellos, que comenzaron a ser contados a partir del momento en que a sus dirigentes se les ocurrió esa idea. ¡Vaya ocurrencias!

Por supuesto que 2 Pedro 1:20 ha declarado:

“Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada.”

Lo cual, dicho en palabras más claras, significa que ninguna profecía puede ser tomada para usos personales, acomodándola al gusto de los paganos que deciden adueñarse de ellas.

Curiosamente, ambas organizaciones nacieron del chasco de Guillermo Miller del siglo XVIII de nuestra era quien se aventuró a profetizar que Cristo vendría durante esos días; de él heredaron la idea de interpretar profecías a su favor. Cada una de esas organizaciones ha tenido éxito al haber conseguido alienar a sus adeptos haciéndoles creer que esos señalados les pertenecen. Sería risible colocar frente a frente a los dirigentes de ambas sectas abordando el tópico, posiblemente a falta de llegar a un entendimiento satisfactorio decidan duplicar esa cantidad a 288.000 para coger la mitad cada una.

El tiempo del sellamiento

Volviendo a lo real, la narración acerca de este numeroso grupo comienza en Revelación capítulo 5 con la apertura del rollo (libro) que está en la derecha del que está sentado en el trono (para más explicación al respecto vea Avance de Febrero 2010).

Acerca de la visión del capítulo 5, el texto Griego dice que ese rollo está en la derecha del que está sentado; las versiones de la Biblia interpretan eso como que el rollo está en la “mano” derecha del que está sentado.

Ese rollo contiene varias visiones la última de las cuales es un pequeño detalle de la segunda venida de Cristo y del juicio nal. Entre esas visiones está la de los 144.000 sellados tomados de todas las tribus de los hijos de Israel.

La visión de estos 144.000, como es normal en este libro profético, no está colocada siguiendo el orden numérico de los capítulos, sino que la habilidad del lector debe colocarla en su lugar correspondiente; es ese trabajo, precisamente, el que ha confundido a muchos que se han aventurado a interpretar el libro de Revelación, pues no han tomado en cuenta el orden que a esta visión le corresponde, y debido a eso hasta han llegado a imaginar que es una visión cuyo cumplimiento está reservado para la edad moderna.

El principio desde donde se debe partir está en Revelación 12, allí se presenta el nacimiento del Hijo de Dios en la Tierra, a esta visión le sigue la del capítulo 4 que habla del libro que fue abierto por el Cordero. El capítulo 5 es inicio de la predicación del evangelio, y los 144.000 señalados de todas las tribus de los hijos de Israel son los primeros frutos del evangelio.

¿Por qué es importante estar familiarizado con el orden de los eventos de este libro? Sencillamente porque eso ayuda a interpretar correctamente el tiempo cuándo esos hombres de todas las tribus de los hijos de Israel fueron sellados, con lo cual se evita caer en el error de imaginar que puedan ser miembros de cualquier organización sectaria moderna.

Lo que dice Revelación 7:1.

“(1) Después de esto vi cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre árbol alguno”.

Estos cuatro ángeles tienen una misión importante que cumplir en el plan de Dios, esa misión consiste en no permitir que los cuatro jinetes mencionados en el capítulo 6 comiencen a realizar sus funciones desestabilizadoras.

Esa inestabilidad causada por los cuatro jinetes es a nivel mundial, y comienza en la tierra de Israel después del sellamiento de los 144.000. Para una comprobación de esto se recomienda al amable lector leer detenidamente los capítulos 6 y 7 de Revelación.

Aunque no hay un versículo en el cual se explique cuál sea el significado de estos vientos, pienso, con las debidas reservas, que se re eren a turbulencias políticas, inestabilidad en los gobiernos, con ictos internos de los pueblos, amenazas de guerra y otras situaciones que señalan destrucción, miseria y muerte.

Los vientos detenidos=Tiempos de paz

La lectura de la Palabra de Dios reporta que el nacimiento del Mesías fue en tiempos de paz, la tierra de Israel estuvo quieta, en paz, sin amenazas de guerra. Partiendo desde esos tiempos en adelante la niñez y ministerio del Salvador se desarrollaron sin ninguna obstrucción o inestabilidad política; el pueblo gozó de la tolerancia de Roma que le permitió vivir bajo la Ley de Dios; asimismo la región entera estuvo en calma porque no hubo intención de ninguna tribu nómada

de amenazar la estabilidad del Imperio, hasta que vino el año 70, E. C., en el cual las cosas iban a cambiar dramáticamente pues para ese tiempo a los cuatro jinetes se les permitió comenzar su labor destructora. Esto está testi cado por los versículos 2-3:

(2 ) Vi también otro ángel, que subía desde donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Clamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,

(3) diciendo: "No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”.

El evangelio comenzó (aproximadamente) por el año 34 E. C., en estos tiempos de paz que estoy mencionando; los apóstoles se desplazaban por todas partes sin ninguna di cultad ni temor a inestabilidades de los pueblos. Pero a partir del año 70, E. C., los cuatro jinetes recibieron la orden de actuar y comenzaron su trabajo. Fue entonces cuando la nación de Israel empezó su sublevación contra Roma la cual fue un tremendo fracaso que terminó con la expulsión del pueblo por todas las naciones del mundo.

Aproximadamente cuarenta años fue el tiempo estipulado para el señalamiento de aquellos de todas las tribus de Israel. Tiempos de paz y de abundancia; tiempos en los cuales muchos israelitas adquirieron riquezas. Muchos también perdieron la oportunidad de la vida eterna.

El Sellamiento

La voz del ángel (Revelación 7:3) ordena a los jinetes no hacer ningún daño sino hasta después de haber sellado a los 144.000 en sus frentes:

“No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”

Sello, o marca, en este caso, no se re ere a una marca como esas que se usan para marcar ganado. Este sellamiento fue diferente y para muchos podría constituirse en un misterio impenetrable entender qué es ese sello porque no es material sino espiritual.

El sellamiento se lleva a cabo cuando el nombre de la persona es escrito en el libro de la vida. Valga aclarar que el sello no fue exclusivo para aquellos 144.000, más bien ellos fueron los primeros sellados. En la resurrección únicamente serán despertados quienes posean ese sello o sea, que estén escritos en el libro de la vida.

Pablo en 2 Timoteo 2:19, que dice:

“Pero el fundamento de Dios está rme, teniendo este sello: "Conoce el Señor a los que son suyos" y “Apártese de maldad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.

Aquellos sellados son reconocidos por Dios y serán levantados en la primera resurección; porque Dios mira lo que nosotros no podemos mirar, de allí que aquellos ángeles se encargaron de sellar en sus frentes a todos los siervos de Dios para ser reconocidos de su propiedad.

Esto significa que no importa cuántos miles de israelitas hayan vivido en el tiempo cuando el evangelio les fue predicado, acertado es concluir que Dios reconoce quienes lo aceptaron y quienes lo rechazaron.

Referente al sello:

En este libro de Revelaciones aparecen dos marcas diferentes puestas en la frente de los humanos, una es la marca de Dios y la otra la marca de la bestia, ambas son espirituales y han de buscarse en las personas por lo que ellas son, por lo que adoran, ya sea adoradores de Dios o adoradores de la bestia. El que ambas marcas o sellos sean colocadas en la frente significa que esa marca está en la cabeza, en el cerebro de las personas. Así, Dios y la bestia reconocen a las personas que son de su propiedad porque sus siervos les obedecen.

Una descripción bastante amplia de este sello se da en Revelación 14 que más adelante se comenta.

Para cuando esta revelación del capítulo 7 fue dada a Juan (posiblemente a finales del primer siglo E. C.), los eventos ya habían acontecido durante los primeros años de la predicación del evangelio, el cual, al principio, fue desarrollado entre los Israelitas. Se comprueba que la comunidad de redimidos israelitas en el primer siglo era enorme porque algunas cartas fueron escritas enfocándolos a ellos: Santiago1:1; 1 Pedro 1:1; Hebreos. Además, ese enorme grupo no estaba pasivo sino espiritualmente activo como lo muestra Pablo en Hechos 26:7:

“Promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche”.

De esta manera, Santiago, Pedro, Hebreos y Hechos 26:7 claramente dicen que durante el primer siglo de nuestra Era ya las doce tribus de Israel habían sido alcanzadas por el evangelio y se encontraban perseverando en la fe y en la esperanza de ser participantes de la herencia prometida por Dios al patriarca Abraham.

Como puede verse usando de correcto razonamiento, libre de dogmatismos sectarios, las Escrituras Griegas del Nuevo Pacto mencionan a las doce tribus selladas, activas en el evangelio.

El lector de las Escrituras fácilmente puede entender que la predicación del evangelio a todas las naciones se llevó a cabo por medio de los israelitas convertidos, Hechos 8:1, y otras citas de Hechos reportan a israelitas predicando el evangelio, incluyendo a los apóstoles que fueron parte de ese grupo.

Revelación 7:4-8 dice:

(4) Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
(5) De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil.
De la tribu de Gad, doce mil.
(6) De la tribu de Aser, doce mil.
De la tribu de Neftalí, doce mil.
De la tribu de Manasés, doce mil.
(7) De la tribu de Simeón, doce mil.
De la tribu de Leví, doce mil.
De la tribu de Isacar, doce mil.
(8) De la tribu de Zabulón, doce mil.
De la tribu de José, doce mil.
De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.

Es claro que esta lista no se basa en el orden de nacimiento de los patriarcas, ni se basa en los nombres de las tribus que heredaron la tierra de Canaán; de hecho, en esta lista Judá aparece primero, seguido de Rubén y de los otros patriarcas cuyos nombres fueron tomados prescindiendo de todo orden.

Aunque Rubén era el primogénito de Jacob, su gran error (Génesis 35:22) al haberse acostado con Bilja, la concubina de Jacob, le costó la primogenitura, y a partir de la bendición de su padre Jacob, Judá es nombrado el principal entre todos sus hermanos, por eso, en esta lista él encabeza a sus hermanos.

La tribu de Leví no tuvo posesión en la tierra, pero fue contada debido a su importancia de ser la tribu escogida por Dios para su servicio.

La tribu de Dan no es contada, en su lugar aparece la de Manasés. La falta de información impide conocer la causa real para su omisión. La conjetura podría sugerir que esta tribu, aunque es genuina ante los ojos de Dios, no cali có para ser contada en Revelación 7 debido a su fuerte tendencia a la idolatría que está testi cada varias veces en las Escrituras Hebreas. Pero claro, esto es sólo una conjetura personal, con muchas preguntas por responder.

La tribu de Efraín es omitida aunque tuvo posesión en la tierra de Canaán, en su lugar aparece la “tribu de José” que en realidad no es tribu en Israel. Conjeturando, como se hace con la tribu de Dan, podría pensarse que, siendo Efraín el primogénito de José, el nombre del padre es tomado como referencia a su hijo, en otras palabras, la “tribu de José” sería la misma tribu de Efraín. Esto podría estar sostenido por el Salmo 78:67:

“Desechó la casa de José y no escogió la tribu de Efraín”.

Este Salmo menciona al padre y al hijo como siendo una sola tribu, y podría sugerir la razón por la cual el nombre de Efraín es sustituido por el de José.

Características de los 144.000 sellados (Revelación 14:15)

“(1) Después miré, y vi que el Cordero estaba de pie sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.

(2) Oí una voz del cielo como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno. La voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.

(3 ) Cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.

(4) Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.

(5 ) En sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios”.

Es innegable que el derecho a ser pueblo de Dios en el Nuevo Pacto es más sublime en comparación a como fue en el Antiguo Pacto ya que el Nuevo Pacto requiere limpieza total de espíritu, alma y cuerpo mientras que en el Antiguo Pacto sólo la limpieza del cuerpo era demandada. la elección de este número sugiere las características por las cuales estos fueron seleccionados:

1.El versículo 3 dice que estos fueron “redimidos de entre los de la tierra”, y la última parte del versículo 4 amplía el detalle: “Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”.

La declaración del versículo 3 y la del 4 tienen el mismo significado: Estos hombres son las primicias, o primeros frutos, del evangelio. En la Ley estaba declarado que los primeros frutos de las cosechas de los Israelitas debían ser llevadas al Templo para ser dedicadas a Dios; así, en alusión a la Ley, el ángel declara a Juan que aquellos 144.000 eran las primicias, o primeros frutos del evangelio, para Dios y para el Cordero.

Algunas interpretaciones se alejan totalmente del significado del texto Griego e invocan las interpretaciones que en sus organizaciones han establecido. Una de esas interpretaciones se re ere a la palabra η?γορ?σθησαν=egorasthesan, la cual se re ere a comprar algo o alguien por precio, pero este significado de ninguna manera quiere decir que después de ser comprados sean transportados al cielo como algunas sectas interpretan.

Revelación 14:4 dice:

“Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son vírgenes”.

Una de las características más notables de estos 144.000 fue su abstinencia total de contaminación con mujeres. Obviamente no se re ere a que la gran mayoría de ellos nunca se haya casado, después de todo, el matrimonio es un mandamiento de Dios y tener esposa nunca ha sido señal de contaminación. La declaración es espiritual y significa que desde su redención nunca se contaminaron con la idolatría o con costumbres paganas. Este mismo libro (Revelación 18:9) menciona una mujer ramera, que no es material sino espiritual con la cual han fornicado los reyes de la tierra. De manera que cuando Revelación 14:4 dice que ellos no se contaminaron con mujeres, se re ere a mujeres de esta clase.

Ningún redimido por Cristo, sea israelita o de cualquier otra raza, se contamina con esa clase de costumbres o “mujeres”, porque la idolatría es uno de los pecados más detestados por el Altísimo; incluso en este mismo libro de Revelación se explica de modo pormenorizado la vaciedad de los ídolos.

Cuando Revelación 14:4 dice que aquellos 144.000 no se contaminaron con mujeres no está haciendo referencia a una virtud que fue exclusiva de ellos, más bien está resaltando la razón por la cual se les dio el privilegio, en carácter de primicias, de seguir al Cordero por dondequiera que va.

Revelación 14:5 cierra claramente esto que se está diciendo:

“En sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios”.

La característica que acompañó a aquellos 144.000 consistió en haber sido sin mancha delante de Dios.

Fueron sin mancha porque desde su redención nunca mezclaron la pureza del evangelio con elementos extraños que Dios reprueba. Con su testimonio limpio siempre predicaron la verdad. Ninguno de ellos ensució su testimonio recibiendo o aceptando falsas enseñanzas. En carácter de genuinos redimidos hablaban al Todopoderoso en espíritu y en verdad, y con su testimonio alababan limpiamente a Dios y al Cordero, y desde su conversión hasta la muerte se sostuvieron invariables.

Algunas sectas se empeñan por colarse en ese grupo alegan que ese Israel es espiritual y no material, pero no toman en cuenta que los 144.000 sellados fueron sacados de todas las tribus de Israel, esa declaración no es ninguna gura de retórica, y se entiende según está escrito, porque aquellos israelitas evangelizados en el siglo I, E. C., fueron personas materiales. No hay evidencias con las cuales mostrar que la tribu de Judá sea “espiritual”, que la de Rubén sea “espiritual”, etc. Tampoco existe en la Santa Escritura un “Israel espiritual” compuesto por gentiles redimidos. El Israel de Dios, mencionado por Pablo en Gálatas 6:16 no se re ere a la iglesia ganada por Cristo, sino al Israel de la promesa, a aquellos sellados mencionados en Revelación capítulo 7.