Un sol brillante.

Este es un Estudio que muestra qué son las Bodas del Cordero, quiénes estarán presentes y cuándo se realizará este maravilloso evento.

Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. Apocalipsis 19:7.

Cuando se habla de bodas mentalmente se sabe que es una fiesta de mucha alegría, de planes por fin realizados y del cumplimiento de un sueño de hombre y mujer que decidieron unirse para siempre para no ser más dos personas sino una. Las bodas tienen un lugar entre la Creación.

Aunque de manera sintetizada, la Sagrada Escritura narra la historia de la humanidad desde el principio de ella hasta su final. Nos habla de los mejores momentos de la Creación y de los peores; estos segundos tienen que ver con la degradación moral, infelicidad y dolor a que el hombre se sometió a sí mismo.

Pero su narración no se limita a exponer el fracaso y miseria imperantes en la humanidad; también habla detalladamente de todo cuando nuestro Dios pensó; de cómo preparó el auxilio con el cual iba a rescatar su Creación haciendo las reparaciones correspondientes hasta volverla a su pureza original. El programa, si así se le puede llamar a los pasos correspondientes, están a disposición de las personas que deseen conocerlos, lo único que se debe hacer es leer la Sagrada Escritura.

Sin lugar a dudas las personas que esperan con ansia el momento en que las profecías por venir se cumplan, mantienen expectación acerca de las Bodas del Cordero; una expectación que no encuentra la respuesta satisfactoria que llene el deseo de conocer qué es eso y cuándo será.

Aspectos espirituales y simbólicos

Las escenas espirituales y simbólicas abundan en el libro de Apocalipsis y, como su significado lo indica, esas escenas no son físicas pues de lo contrario formarían una serie de aspectos imposibles de explicar. En cuanto a las figuras de las Bodas del Cordero no son simbólicas ni físicas sino cuadros compuestos por representaciones espirituales que, aunque son descritas literalmente, sus imágenes son espirituales que de ninguna manera se llevarán a cabo como la imaginación las puedan configurar, sencillamente porque para una boda se requiere de una novia material y de un novio material; además hay una fecha específica en que han de unirse y el lugar que será su hogar. Respecto a las Bodas del Cordero, se debe tener en mente que su mención concierne a una realidad espiritual, no material. Esto hace que el Estudio de las Bodas del Cordero resulte interesante.

Mueres simbólicas

Corroborando esto que se dice, en varios textos se menciona a mujeres que no son físicas sino simbólicas. Son simbólicas por que representan a algo, como en el caso de Apocalipsis 17:7 “Y el ángel me dijo: ¿Por qué te maravillas? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene siete cabezas y diez cuernos.” En este texto la mujer no es material sino la representación de la esencia del pecado, de la idolatría y de la enemistad contra Dios. También esa mujer es presentada embriagada con la sangre de los santos (Apoc. 17:6) y como un ente poderoso que reina en el mundo (Apoc. 17:18). El único ente que encaja en estas tres descripciones es la Iglesia Católica Romana ya que a lo largo de las centurias, casi desde su fundación por el siglo II aC. se ha opuesto a cuanto Dios manda en su Palabra, de manera que esta organización es presentada como una mujer. Del mismo modo la Escritura identifica a la nación de Israel como mujer en Jeremías 6:2, Apocalipsis 12 la presenta como una mujer que da a luz a nuestro Señor Jesús. Por último, la iglesia de Dios es mostrada como una virgen formada por los redimidos por la sangre de Cristo (2 Corintios 11:2).

Si esta novia mostrada por Pablo es espiritual, y está formada por el pueblo de Dios, entonces es fácil entender que su unión con Cristo no se trata de una boda como aquellas mencionadas en las Escrituras sino de una unión especial cuya alegría es comparada con la de una boda.

En las Bodas del Cordero el novio no es literal ya que se trata de nuestro Salvador y Redentor que venido el tiempo estará con su pueblo por toda la eternidad. Es debido a lo grande que será la reunión que es comparada con la inusitada alegría que despierta una boda.

Todos nosotros aguardamos a que llegue el día en que hemos de estar juntos con nuestro Señor pero obviamente no esperamos ser una novia literal, física, o que haya de haber una boda de naturaleza terrena, por consiguiente, las Bodas del Cordero son una manera de decir que vendrá el momento en que estaremos juntos con nuestro Señor gozando con él en la eternidad.

La hora de las bodas

El ángel me dijo: "Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Apocalipsis 19:9.

En relación con las Bodas del Cordero la narración bíblica se basa sobre las costumbres del Oriente Medio, en cuyo caso los lectores a quienes el mensaje de Apocalipsis fue dirigido originalmente conocían de qué se les estaba hablando. Las bodas se llevaban a cabo en horas del anochecer, y las palabras del ángel que habla con Juan no se apartan de la idea predominante de los judíos. Incluso el tiempo de la comida al atardecer puede servir para entender por qué la Pascua (Éxodo 12) debió ser comida cuando empezaba a anochecer. Considérense dos pasajes: “Y dijo Jacob á Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo es cumplido para que cohabite con ella. Entonces Labán juntó á todos los varones de aquel lugar, é hizo banquete. Y sucedió que á la noche tomó á Lea su hija, y se la trajo: y él entró á ella”. Génesis 29:21-23.

No fue ardid de Labán seleccionar horas de noche sino que las bodas se hacían a esa hora. Los invitados se reunieron para cenar al anochecer. Venido el momento de retirarse los invitados Labán tomó su hija y la trajo a su esposo. Como dice el relato, era de  noche. Para  los invitados ni la unión matrimonial en la noche fue un caso inusitado; la parábola de las diez vírgenes confirma que las bodas se hacían en horas de la noche: “Y a la media noche fue oído un clamor: He aquí, el esposo viene; salid á recibirle”.

Con relación a las Bodas del Cordero no serán una fiesta nocturna ya que cuando se lleven a cabo ya no existirá día y noche. De esto se habla más adelante.

Ideas inciertas

La fecha y hora en que las Bodas del Cordero se llevarán a cabo es motivo de, al menos, dos propuestas: La primera imagina que cuando sea el “rapto” nuestro Señor vendrá a la tierra a tomar la iglesia para llevarla al cielo y allá serán celebradas las Bodas. La otra tiene algún parecido pues dice que éstas serán cuando Cristo venga en su segunda venida y la iglesia suba a las nubes a recibirlo para gozar con él en su reino de mil años. Quizás ambas podrían ser relatos apasionantes que hacen a las personas soñar con el gozo inefable que la presencia de Cristo inspira, sin embargo, la primera es completamente irreal ya que supone que los santos irán al cielo lo cual es cosa que no puede establecerse pues nadie va al cielo excepto el que del cielo descendió (Juan 3:13; 13:33). La segunda de igual manera se queda corta al no establecer en qué punto es que las Bodas del Cordero ocurrirán.

Ambas ideas reflejan cierto egoísmo “santo” exclusivista, que además de rechazar compartir las Bodas excluye de esa felicidad a quienes van a aceptar el evangelio cuando sea predicado durante los mil años del reinado de Cristo.

El período de mil años

Lo que se llevará a cabo en la segunda venida de Cristo a la tierra será el cumplimiento de lo que Pablo dice en 1 Corintios 15:52  “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados”. Sus palabras tienen el mismo significado de 1Tesalonicenses 4:16-17  “El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

En ambos textos se expone claramente que cuando él venga por segunda vez todos los santos, muertos y vivos juntamente, serán transformados y serán alzados a las nubes para recibir al Rey que viene a iniciar su reino de mil años. En ese momento los malos no serán levantados de sus sepulcros por consiguiente el Juicio final no se llevará a cabo en el reino milenial. Ahí no habrá ningún juicio, ningún juez, y la humanidad no comparece ante él para ser enjuiciada. Ahí únicamente los santos son transformados en cuerpos semejantes a los ángeles para empezar a gozar con nuestro Salvador. La transformación a cuerpos glorificados será para ellos como un juicio absolutorio que los hará dignos de la vida eterna. Obviamente que quienes no resuciten, junto con los vivos pecadores que no sean transformados, se quedarán esperando el día del Juicio Final.

Es importante conocer, o al menos tener breve información, de cuanto acontecerá en el reinado de nuestro Señor para entender que no hay ninguna evidencia de que las Bodas del Cordero sean mencionadas en lo absoluto durante ese período de mil años, sencillamente por que ese período no es el señalado.

En el reinado de Cristo el diablo será encadenado y no podrá ejercer su poder contra los que escucharán en mensaje. ¿Suena extraño que el evangelio vaya a ser predicado en el reino de Cristo? Si parece extraño entonces es recomendable leer el Estudio 1000 Años, el Reino de Cristo, para una idea más amplia. Paz en toda la tierra no significa que únicamente los santos vayan a  existir,  Brevemente el profeta Isaías menciona aquél tiempo al decir:

Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. Isaías 11:10.

Esta “raíz de Isaí que será buscada por las gentes” debería ser una referencia a David, pero no lo es ya que él murió hace aproximadamente unos 2900 años, de modo que no se refiere a él sino a su descendiente del cual Lucas 1:32 dice:  Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.

Si se conocieran algunos aspectos del reino milenial se entendería que durante ese período será predicado el evangelio a las naciones y habrá salvación abundante de lo cual Apocalipsis 21:24-27 dice:  Las naciones que hayan sido salvas andarán a la luz de ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor a ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Llevarán a ella la gloria y el honor de las naciones. No entrará en ella ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. Para entender qué naciones serán éstas se recomienda leer el Estudio: 1000 Años, el Reino de Cristo.

No hay evidencias que antes de la segunda venida del Señor, es decir hoy en día,  existan o hayan de existir naciones enteras que serán salvas como las que menciona este texto. Lo que se mira es total degeneración y pecado lo cual apunta a la siete pagas postreras. Pero Apocalipsis menciona un tiempo de mucha paz entonces esas naciones existirán en el futuro, es decir,  durante el reino de Cristo el cual será un reino de paz, cuando el diablo esté encadenado y no influirá sobre nadie, allí habrá salvación abundante para quienes la deseen (vea el Estudio, El Reino de 1000 años de Cristo sobre la tierra).

Apocalipsis 21:24-27 está compactado y por eso las escenas aparecen todas juntas aunque el tiempo en que van a llevarse a cabo es de considerable extensión que termina con el Juicio final.

De manera que estas gentes mencionadas por Apocalipsis 21:24-27 escucharán el mensaje de Dios y lo aceptarán; al morir, como cualquier mortal, serán despertados para presentarse en el día del Juicio para ser llamados benditos del Padre.

El período postmilenial

Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Apocalipsis 20:3

El período postmilenial comenzará partir del momento en que el diablo sea desencadenado y salga de su cueva para continuar con toda su rabia arremetiendo contra la humanidad que no quiso aprovechar la oportunidad de paz y salvación que por mil años le fue proporcionada. (Para más información lea el Estudio Después de Mil Años).

Apoc. 20:3 es claro al informar que el diablo será desatado por un poco de tiempo; el tiempo suficiente para consumar el pecado por el cual el mundo será reunido en el día del juicio. En aquél entonces se cumplirá Apocalipsis 20:7-10 que dice: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla. Su número es como la arena del mar. Subieron por la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; pero de Dios descendió fuego del cielo y los consumió. Y el diablo, que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

El mundo volverá a ser inundado por el pecado exactamente como está hoy, y el dragón o diablo volverá a hacer sentir todo su odio dominante contra el mundo.

El período postmilenial volverá a ser de desenfreno y de maldad; será entonces cuando aparecerán los dos testigos profetizando el castigo final que está a las puertas; ante lo cual serán enfrentados por el nuevo Imperio Romano que junto con los diez reyes, o cuernos que menciona el profeta Daniel, mas la gran ramera, se confabularán y les darán muerte y expondrán sus cadáveres en la plaza de la gran ciudad durante tres días, después de ese tiempo serán levantados y todo el mundo diabólico  que poblará la redondez de la tierra los contemplará horrorizados viéndolos ascender al cielo como está dicho por Juan en Apocalipsis 11:3-11.

En sus intentos destructivos ignorantes, el diablo volverá a soliviantar los ánimos de los pecadores como hizo la primera vez cuando levantó a Gog y a Magog a intentar destruir a Israel en Armagedón. Los preparará para la segunda guerra que debido a que el tiempo se habrá acabado no tendrá oportunidad de pelear como está profetizado en Apocalipsis 20:9 Subieron por la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; pero de Dios descendió fuego del cielo y los consumió.

A la derecha y a la izquierda

“...y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, "Entonces dirá también a los de la izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles...” Mateo 25:32-34; 41.

Éstos que en el Día del Juicio serán puestos a la derecha del trono son los salvados por la predicación del evangelio en el reino milenial, mientras que todos los malos y desobedientes desde Adam hasta el último antes del Juicio serán colocados a la izquierda para recibir la sentencia final: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles...”.

Media vez terminado el Juicio el lago de fuego no volverá a existir, y, en palabras de Pablo: “Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte”. 1 Corintios 15:26. Con la destrucción de la muerte habrá terminado la limpieza total de la tierra y estará preparada para recibir a la Nueva Jerusalem. Es en esa ciudad donde nuestro Salvador recibirá a todos sus santos, es decir a todos los que fueron levantados en la primera resurrección y a los que será colocados a su derecha.

Arriba se habla acerca de que en el tiempo antiguo las bodas se hacían en horas de la noche. Lo interesante es que para el tiempo en que las bodas del Cordero se lleven a cabo, lo cual será a la entrada de la eternidad, el día y la noche ya no existirán como dice Apocalipsis 22:5  Allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.

Esto quiere decir que el término las Bodas del Cordero son una referencia al gozo sin par que los santos van a experimentar cuando entren al reino a gozar por toda a eternidad con el Señor. De la manera en que las bodas mencionadas en la Biblia eran un evento de gozo para las parejas de jóvenes que lo contraían, así, será la unión eterna del Señor con su pueblo. Nuestro Señor, el novio; y la iglesia, nosotros, nos juntaremos para siempre jamás.

Las Bodas serán en el Reino de Dios

La Sagrada Escritura habla de dos reinos: el reino de Cristo y el reino del Padre, ambos son en diferentes tiempos y circunstancias. El de nuestro Señor se refiere al reino de mil años, el del Padre se refiere a la eternidad. El reino de Cristo es más frecuentemente mencionado que el reino del Padre, y por serlo, no se comenta de él aquí pues lo que interesa en este subtítulo es el reino del Padre del cual nuestro Señor dice:

“Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Mateo 26:29

Sus palabras se refieren al momento cuando él se reúna con su pueblo (en las Bodas) para volver a tomarlo nuevo como él dice. Obsérvese que él dice que lo tomará junto con su pueblo en el reino de su padre. Él no dice que lo va a tomar en su reino, sino en el reino de su Padre.

El reino de Dios es la eternidad. Allí será esa grandiosa reunión. ¿Por qué hasta entonces en vez del reino de Cristo? Muy sencillo: Si los que hayan de resucitar en la segunda venida del Señor son los únicos que van a participar de las Bodas del Cordero  junto con los vivos que sean transformados, entonces quienes se van a convertir al evangelio durante la predicación en el reino de mil años quedarían excluidos, lo cual no tiene sentido. Como se ha dicho antes, pensar que las Bodas hayan de realizarse al tiempo de la segunda venida de Cristo suena como a egoísmo “santo” exclusivista, que niega que los redimidos en el reino de Cristo participen.

Pablo dice: “Pero, luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos”. 1 Corintios 15:28. Sus palabras se relacionan con la Creación en el estado de pureza en que el Padre la entregó a nuestro Señor.

Antes del pecado de la primera pareja la tierra estaba completamente limpia, libre de pecado, así la recibió nuestro Señor, pues a ese mismo estado de pureza llegará cuando el juicio final haya acabado y la muerte sea destruida. Estando completamente limpia el Hijo la entregará al Padre para que él reine por toda la eternidad.

No habrá exclusión

El gozo preparado por Dios abarca a todos los redimidos privilegiados desde Abel hasta los que serán colocados a la derecha del el trono del Juez. Las Bodas del Cordero son para todo el pueblo de Dios, no sólo para una parte de ellos. Quienes sean tenidos por dignos de ser levantados en la segunda venida de Cristo gozarán del reino milenial pero para gozar de las Bodas el tiempo aún no habrá llegado y deberán esperar a sus hermanos que se convertirán durante el reino de Cristo.

Mientras nuestro Señor instituía su Memorial (Mateo cap. 26) declaró que no volvería a beber vino nuevo sino hasta el momento en que lo vuelva a beber en el reino del Padre junto con todos los redimidos, es decir, en las Bodas del Cordero.