Del Todopoderoso el apóstol Juan ha dicho que Dios es amor, lo cual significa que esa es su naturaleza.
Por amor Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y quiso compartir con él su gloria; lamentablemente, las cosas no marcharon como debieron debido al rechazo de los humanos al regalo puesto en sus manos, de tal manera que en lugar de gozo escogieron tristeza, en lugar de bienestar prefirieron intranquilidad, en lugar de salud prefirieron las enfermedades, en lugar de felicidad escogieron infelicidad, en lugar de vida eterna prefirieron la muerte.
Por lo visto, la incapacidad de controlar los pensamientos y determinaciones ha sido siempre el más grande tropiezo al cual los humanos hemos estado enfrentados. No nos falta sentido común ni capacidad para determinarnos hacia lo conveniente, sin embargo, casi siempre preferimos el mal sobre el bien, la desgracia sobre la felicidad, la enfermedad por la salud, y así sucesivamente.
Seguramente no supimos sacar provecho a la ventaja de haber sido creados a imagen y semejanza del Altísimo, por el contrario, la alta capacidad de pensar y de determinar nos es un timón que no sabemos manejar sobre la ruta del provecho; tristemente nosotros mismos hemos venido a constituirnos en los arquitectos de nuestros propios infortunios, de nuestras desgracias y de nuestro dolor.
La culpa la tiene el diablo; sí, aunque parezca extraño y contrario a la realidad, la persona religiosa promedio echa toda la culpa sobre el maligno: el adúltero culpa al diablo, el alcohólico culpa al diablo, el violento culpa al diablo, y de esa manera la lista puede volverse bastante extensa. Culpando al diablo la persona piensa que descarga parte de su responsabilidad, sin embargo, la realidad apunta a que enorme cantidad de malos hechos surgen de nosotros mismos y el diablo nada tiene que ver.
Millones de personas miran al diablo como el enemigo de Dios, y siendo su enemigo parece causar cierto alivio a la culpa de muerte que pesa sobre la humanidad.
Es claro que habiendo libertad de expresión cualquier persona tiene derecho a externar sus ideas o creencias aunque las opiniones generalmente son baladíes, es decir, de poca sustancia o importancia.
Quienquiera puede opinar sobre determinado tópico sin tener la experiencia que avale certeramente sus palabras, sucediendo que la mayoría de las exposiciones no son consistentes con la realidad bíblica; de esa manera los comentarios que apuntan al diablo como enemigo de Dios han venido pasando de generación a generación, a cuyos comentarios el paso del tiempo ha cimentado fuertemente como parte de las creencias cristianas. Aunque el tópico acerca del diablo en concepto de enemigo de Dios es uno y el argumento uno, cientos de exposiciones hacen aparecer al tópico como novedoso, como algo que nunca antes ha sido tratado.
Satán, o Satanás es un tópico expuesto por varios expositores en la internet, pero cada comentarista omite decir que sus exposiciones están basadas en ideas de otras personas, de esa manera este asunto se ha consolidado. Véanse a continuación tres ejemplos.
“Satanás y su obra
Satanás ¿quién es? La sociedad ha estereotipado a Satanás como un ser físicamente horrible, con cuernos y cola, una pata de cabra y otra de caballo, con barba de chivo y olor a azufre. Supongo que el mismísimo Satanás se ríe de esta imagen, ya que en realidad él mismo es hermoso, más bello que cualquiera de nosotros, él fue creado por Dios, la Biblia dice en Ezequiel 28:12-15 e Isaías 14:12-17 que en el día de su creación hubo fiesta y gozo en el cielo, tan perfecto era él, que se ensoberbeció pretendiendo ser igual a Dios, ese fue su primer pecado y grave error, se constituyó en enemigo de Dios y fue arrojado a la tierra, por ello también se le conoce como el ángel caído. Es ahora Satanás el Príncipe de este mundo, y es su deseo que todos estemos con él. Así que al “cuidarnos” de un ser muy feo, es que no percibimos la sutileza de sus argucias para envolvernos suavemente”
(Tomado de http://bismarck77.obolog.com).
Por supuesto que el lector con experiencia respecto a las historias folclóricas del Cristianismo inmediatamente reconoce que este argumento no es original aunque pretende serlo, no lo es sencillamente porque otras personas ya antes lo han tomado como base de sus creencias. Lo que sin lugar a dudas es exclusivo del comentarista es el “condimento” que le ha puesto a sus palabras. Leyendo la exposición se pueden sacar algunas declaraciones:
“ya que en realidad él mismo es hermoso, más bello que cualquiera de nosotros, él fue creado por Dios”. La pregunta es ¿Dicen las Escrituras que Satanás es hermoso, más bello que cualquiera de nosotros? ¡No! La Santa Escritura nunca describe al diablo como bello. Tal configuración es mental.
La supuesta belleza del diablo arranca de la interpretación hecha a las palabras de Isaías 14.12 “jelel ben shajar” (lucero hijo de la mañana) que Jerónimo en su Vulgata Latina, traduce como lucifer, posiblemente Jerónimo se basó en la mitología romana dentro de la cual Fósforo es una divinidad portadora de la luz del alba.
Asimismo, las palabras del profeta Ezequiel 28:12-15, tampoco son referencia al diablo sino al rey de Tiro, con todo, la tradición sustrae la mitad del significado y se le otorga al diablo aduciendo que las palabras de Ezequiel le corresponden al diablo.
El Comentario de Jamieson, Fausset y Brown dice:
“12. Tú echas el sello a la proporción—lit., “Eres tú quien estás sellando la proporción perfectamente”. Una cosa es sellada, cuando está completa (Daniel 9:24). “La proporción” da a entender la medida completa de hermosura, de una raíz hebrea “medir”.
13. En Edén—El rey de Tiro se presenta en su anterior estado elevado (en contraste con su caída final), bajo imágenes tomadas del hombre primitivo en Edén, tipo de la humanidad en su forma más santa. huerto de Dios—el modelo de hermosura ideal (cap. 31:8, 9; 36:35). En la persona del rey de Tiro, fue hecha con el hombre una prueba nueva con los ventajas terrenales más grandes. Pero, como en el caso de Adán, los buenos dones de Dios, fueron convertidos en ministros del orgullo y egoísmo. toda piedra preciosa—así en Edén (Génesis 2:12), “oro, bdelio y piedra cornerina”. Así el rey de Tiro se adornaba en ropaje matizado de joyas, según la costumbre de los monarcas orientales”.
Tomar Ezequiel 28.12-15 e Isaías 14.12-17 no es reciente, y siempre ha sido la base para imaginar a un Satanás de singular belleza, sin embargo entre los comentaristas de la Biblia la idea está sujeta a indefinición ya que al tiempo de interpretar estos versículos correctamente el significado es alargado proponiendo que son una referencia al diablo.
El comentario bajo consideración sigue diciendo:
“la Biblia dice en Ezequiel 28:12-15 e Isaías 14:12-17 que en el día de su creación hubo fiesta y gozo en el cielo”.
La pregunta es: ¿En qué parte de la Biblia dice que en el día de su creación hubo fiesta y gozo en el cielo? Más parece que el comentarista sacó Lucas 15.10 de su contexto y lo aplicó al diablo. Claramente se ve que el comentarista no usa exégesis sino eiségesis, o sea, en vez de exponer lo que el registro declara expone su idea haciéndola aparecer como que eso es lo que el texto dice.
Una tercera idea, dice:
“tan perfecto era él, que se ensoberbeció pretendiendo ser igual a Dios, ese fue su primer pecado y grave error, se constituyó en enemigo de Dios y fue arrojado a la tierra, por ello también se le conoce como el ángel caído”.
Otra vez la pregunta es necesaria: ¿en qué parte de la Santa Escritura dice eso? Sencillamente esto no es parte de los escritos inspirados sino de los cuentos nacidos en el Cristianismo.
“ese fue su primer pecado y grave error, se constituyó en enemigo de Dios”.
¿Dónde en la Biblia dice que el diablo es enemigo de Dios? Es claro que esa es una categoría que se le atribuye al diablo, pero es demasiado alta para que la ostente, lo notorio de esto es que no hay dentro de las Escrituras una base sobre la cual confirmarla.
Enemigo es uno que se opone a alguien y posee capacidad para enfrentarlo, ¿posee el diablo capacidad para enfrentarse a Dios? Porque si posee tal capacidad entonces habría que pensar si el ángel de Apocalipsis 20.2 va a tener suficiente poder para atarlo y encerrarlo; y habría que pensar si habrá de ser necesaria una batalla para derrotarlo y lanzarlo al lago de fuego. No, el diablo no es enemigo de Dios como popularmente es creído. El diablo no se opone a los designios de Dios, más bien fue creado con los propósitos definidos con los cuales actúa. Imaginar que lo creado posee poder o capacidad para elevarse hasta convertirse en enemigo de Dios no es enseñanza apostólica sino imaginaciones folclóricas cristianas.
Otro comentario dice:
Una de las cosas que mas han preguntado algunos es quién creó al Diablo. Pues bien, Dios NO creó al Diablo. Mas bien, la persona que llegó a ser Satanás se hizo a sí mismo un Diablo. La Biblia indica que la persona conocida como Satanás y Diablo no siempre tuvo ese nombre, sino que llegó a ser conocido como tal porque adoptó un proceder de oposición y enemistad contra Dios. Sabemos que Dios es el único Creador. Por lo tanto, cuando fue creado el que llegó a ser Satanás era un ángel justo que servia a Dios. Pero después esta persona espíritu se desvió hacia el pecado y la maldad, porque permitió que un deseo incorrecto lo llevara a rebelarse contra Dios. (Juan 8:44; 1 Juan 3:8; Santiago 1:14,15)”.
Si Dios no es el creador de todo como dice este comentario, entonces significa que aparte de Él existe otro que crea, pues nada existe si no es creado. Asimismo, si el diablo se hizo diablo a sí mismo habría que admitir que él también es creador. No está claro por qué al tiempo de decir que Dios no creó al diablo agrega: “Sabemos que Dios es el único Creador”.
Seguramente el texto de Isaías 45.5-7 debiera ser estudiado cuidadosamente pues el verso 7 declara que el Señor crea el mal o adversidad, eso demuestra que el creador absoluto es Dios; creer que el diablo ha creado el mal es error pues no existe registro en la Escritura que lo certifique.
Como el comentario examinado anteriormente, este también declara lo que la Escritura no dice, lamentablemente dice las cosas como que si en verdad posee información que lo acredita para decirlas. Obsérvese la declaración “La Biblia indica que la persona conocida como Satanás y Diablo no siempre tuvo ese nombre, sino que llegó a ser conocido como tal porque adoptó un proceder de oposición y enemistad contra Dios...”. La pregunta es ¿en qué parte dice eso la Biblia? Asimismo, ¿Dónde dice la Biblia que el diablo se hizo a sí mismo?
El lector puede comparar el comentario anterior con éste y notar similitud de ideas aunque empleando palabras diferentes; ambos declarando como cierto lo que la Biblia no dice. Ambos declarando que el diablo es enemigo de Dios, ambos, posiblemente, sin tener la menor idea se basan en narraciones inventadas por la tradición.
Aunque la lista de comentarios similares parece ser interminable, sólo uno más es transcrito.
“Cordiales saludos, amigo. Supongo que sabes lo que es un "golpe de Estado": la sublevación de una parte de los gobernados, quienes acaudillados por un líder echan del poder al gobernante establecido, a fin de que el caudillo rebelde asuma el poder como NUEVO GOBERNANTE.
Pues eso es lo que intentó hacer el diablo. Cuando estaba encumbrado en la posición jerárquica más alta que una criatura podía tener, siendo su único superior Dios, Lucifer (que así se llamaba entonces el que por elección propia se convirtió a sí mismo en diablo) codició el lugar de Dios y pensó que él y no Dios, era quien debía gobernar en todo el Universo (Universo creado por Dios y, por lo tanto, perteneciente a ÉL con total legitimidad).
El codicioso querubín Lucifer, comenzó a difamar a Dios entre la hueste angélica y con sus calumnias y embustes logró corromper a un tercio de los ángeles quienes, con Lucifer a la cabeza, se sublevaron en contra de Dios a fin de arrebatarle el poder (según ellos). Ese con"icto continúa aún en nuestros días, y Dios por fin sofocará esa rebelión destruyendo totalmente a sus enemigos para bien de quienes aman a Dios. Pues esos enemigos de Dios le hacen cuanto daño pueden a las demás criaturas de Dios y no es justo ni posible permitirles continuar haciéndolo indefinidamente. El diablo fue quien eligió hacerse enemigo de Dios.”
(http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20110521083225AA8fUiS)
No hay dudas que este comentario es bonito, notoriamente es irreal, es imaginario, es totalmente desconocido en la Santa Escritura.
En conclusión, aunque los tres comentarios son basados sobre la misma idea tradicional, todos cuentan aquello que la Santa Escritura no dice, y a pesar de que son historietas tradicionales que pintan al diablo de singular belleza, el asunto no pasa más allá de la imaginación tras la cual caminan teólogos, pastores, predicadores y más.
Quizás resulte interesante saber que los nombres personales en el hebreo bíblico guardan estrecha relación con adjetivos y calificativos de uso popular. Por ejemplo, el nombre personal Adán (heb. Adám) significa hombre, así, en Génesis 1.26 el texto hebreo dice : “hagamos a adám a nuestra imagen...”. Mara (hebreo Marrá) significa amargo o amargura; y así sucesivamente.
Así, el nombre Satanás (heb. Satán), no difiere de esta misma regla, lo interesante del caso es que tal nombre es un adjetivo que significa adversario, y como tal, no es exclusivo para el diablo. Véanse los siguientes versículos:
Números 22.22
Pero la ira de Dios se encendió porque él iba, y el ángel de Jehová se puso en el camino como un adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos.2º Samuel 19.22
Pero David respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me seáis adversarios? ¿Acaso ha de morir hoy alguien en Israel? ¿Acaso no sé que hoy vuelvo a ser rey de Israel?1º Reyes 11.23
Dios levantó también como adversario contra Salomón a Rezón hijo de Eliada, que había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba;1º Reyes 11.25
quien fue adversario de Israel todos los días de Salomón. Esto se sumó al mal que representaba Hadad, pues aborrecía a Israel y llegó a reinar sobre Siria.
En todos estos versículos, y algunos otros más en las Escrituras hebreas se lee Satán, con lo cual se entienden que aunque ese es un adjetivo, a la vez se convierte en nombre personal aplicado al diablo. De tal manera que podríamos decir que hay satanás (o adversarios) materiales, y hay uno espiritual que es el adversario cuyo propósito es destruir nuestros deseos de adorar a Dios.
Siendo el Padre Altísimo, el Todopoderoso, el Creador y Sustentador nuestro y de toda la creación, no posee enemigos ni rivales.
Dios maldijo al diablo por haber engañado a la mujer, lo cual muestra que Él es el Todopoderoso y el diablo le está sujeto sin que existan indicios de rivalidad ni enemistad. El diablo no es rival del Altísimo sino parte de su creación como dice Génesis 3.1, 14; el diablo fue puesto bajo maldición por haber engañado a la pareja. En aquella ocasión desafortunada para los humanos, el Altísimo no declaró al diablo como su enemigo ni mucho menos como adversario, Más bien Él puso enemistad entre el diablo y la mujer (Génesis 3.15).
Entiéndese por rival a alguien que compite con otros que aspiran a un mismo objetivo o a la superioridad en algo; entendiendo esto se concluye en que el diablo no es rival del Altísimo. Asimismo, enemigo es alguien con capacidad para enfrentarse a otra persona; esto sucede entre humanos porque poseemos las mismas habilidades y capacidades; pensamos igual, poseemos las mismas proyecciones y en la lucha entre adversarios uno alcanza la victoria.
Curiosamente, la Santa Escritura en ninguna parte señala a Satán como enemigo, rival o adversario material o espiritual del Todopoderoso, y es clara la ausencia de tales calificativos porque no fue creado con características como las del Creador: es decir, todopoderoso, creador, etc., En cambio el Altísimo es la suma de todo, con poderes que nadie le ha dado sino que son parte de su naturaleza,
La identificación de Satán como enemigo, rival y adversario, de Dios es un regalo que la tradición le hace sin que la Santa Escritura lo describa como tal. Y aunque tales identificaciones no son mencionadas por algún Apóstol, dentro del Cristianismo postapostólico se da por hecho que él es enemigo, rival y adversario del Todopoderoso.
Para ser enemigo, rival y adversario, Satán debería poseer, si no todos, al menos algunos rasgos característicos similares a los del Altísimo, lo cual no aparece por ninguna parte de las Escrituras sino únicamente en la tradición Cristiana que lo ha conformado como un luzbel o lucifer y como un ángel de singular belleza. En ninguna parte de las Escrituras está registrado que el Creador haya dotado al diablo con algunas características que Él posee; quien lo ha dotado de todas esas características es la tradición cristiana como un homenaje que le rinde.
Las palabras de Pablo en 2 Corintios 11.13-14:
porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.
Disfrazarse para aparentar ser un ángel de luz de ninguna manera significa que el diablo en verdad sea ángel de luz o que alguna vez haya sido un ángel de luz, ni mucho menos significa que “después de haberse revelado contra Dios” como imagina el folclore Cristiano haya tenido poder para modificar su naturaleza o su imagen; incluso ¿cuál habría sido el propósito de cambiar su figura bella en un repugnante dragón? Por consiguiente, las palabras de Pablo sólo significan que el diablo posee habilidad para engañar.
No existe ser alguno en la gloria que sea independiente de Dios, prueba de ello es que los ángeles son sus servidores (Hebreos 1.7) y le obedecen pues además de ministros o servidores también son sus mensajeros ¿posee la Santa Escritura versículos informativos referentes a que los ángeles son independientes de su Creador? No, e imaginar lo que la Escritura no dice es sugerir tener autoridad para establecer y creer lo que no está escrito, lo cual, por cierto, es propio de la tradición cristiana.
La gloria de Dios es Dios en sí, emana de Él, de hecho, los ángeles habitan la gloria del Altísimo, de allí es que resulta misterioso e inexplicable para la tradición demostrar cómo ese imaginario ángel se haya llenado de codicia y de deseos pecaminosos siendo que la gloria de Dios es lo más puro que existe pues es Dios mismo, y además, ningún ser celestial fue creado para ser libre e independiente del Creador.
Ninguno de los ángeles, arcángeles querubines o serafines fueron creados con el poder de ser independientes; ni siquiera el Hijo de Dios es independiente pues acerca de Él está escrito en Hebreos 10.7:
Entonces dije: “He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí”.
Si aun el Hijo no es independiente del Padre, cuanto menos cualquiera de los demás seres celestiales.
En conclusión, no hay en las Escrituras bases para demostrar que el diablo es enemigo, rival y adversario de Dios, las declaraciones populares que lo señalan como tal no tienen base en la Santa Escritura.
Ciertamente no se encuentra en la Palabra de Dios registro alguno para apoyar la idea referente a que el diablo es adversario del Altísimo, pero sí se encuentran bases para demostrar que es adversario de los humanos, véanse los siguientes pasajes.
Santiago 4.7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Tito 2.8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada malo que decir de vosotros.
1 Pedro 5.8 Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
Tómense estos tres versos para testificar cómo los escritores inspirados con verdadero acierto declaran que los redimidos tienen un adversario cuyo propósito es luchar para impedirles alcanzar la recompensa eterna de estar con nuestro Señor Jesucristo y su Altísimo Dios.
Luchar contra el diablo requiere de definición en su contra. Requiere de tener plena conciencia de que él es nuestro enemigo y adversario, que es traicionero, astuto, que frecuentemente se presenta como ángel de luz para engañar; que en todo momento usa su naturaleza aprovechando cualquier descuido para atacar.
Los redimidos son aconsejados a estar siempre agarrados de la mano del Salvador para tener suficiente fortaleza para resistir las tentaciones. Los redimidos que continúan perseverando pueden testificar de cómo muchos que prometieron seguir las huellas del Santo Maestro hasta el fin, cometieron el error de su vida habiéndose olvidado que tenemos un enemigo del cual cuidarnos a los cuales les causó la muerte.
El diablo es nuestro adversario porque nos presenta alternativas a nuestro propósito de comunión con Dios, pero ciertamente no puede nada contra nosotros si no se lo permitimos; Dios lo creó y lo puso en el mundo para mostrar al hombre alternativas de desobediencia tal como puede ser visto en Génesis 3, y su poder de persuasión es formidable cuando el humano se deja arrastrar.
Nunca se debe olvidar que si nos sostenemos con definición de servir a Cristo el diablo huirá de nosotros y habremos ganado.
Después de haber expuesto las razones por las cuales ni Satán ni cualquier otro ángel puede ser adversario del Altísimo Padre, ahora pasemos a considerar quién sí se puede convertir en enemigo de Dios.
El único ser con capacidad para convertirse en adversario de Dios es el hombre, nadie más ¿Puede ser demostrable que el hombre se puede convertir en enemigo de Dios? ¡Por supuesto que sí! Pero no estoy diciendo que el hombre posee el poder para ser rival y confrontar al Creador en una lucha de poderes, la enemistad con Dios no se trata de eso sino de actuar contrario a sus designios, a su voluntad; ningún ser creado puede en alguna manera ser igual o superior al Creador, incluso ni su Hijo es igual como lo declara al decir en Juan 14.28 que el Padre es mayor que Él.
Repito, por adversario de Dios se entiende un ser capaz de contradecir a Dios y desobedecer voluntad y de hacer lo contrario a cuanto Él manda, esta es la oposición a la cual el hombre está capacitado, una oposición que el diablo no posee; esto es el asunto necesario de entender.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra. Génesis 1.26.
No existe en toda la Santa Escritura una declaración similar en la cual se declare a otra criatura que haya sido creada a imagen y semejanza de Dios, el único es el hombre. Ni ángeles, arcángeles, querubines o serafines poseen la imagen de Dios, mucho menos la serpiente que es el diablo y Satanás. El único creado con tan alta distinción es el hombre.
El diablo no fue creado con poder de ser señor como el hombre, el diablo no fue creado para ser eterno como el hombre, el diablo no fue creado para adorar al Eterno como el hombre.
El diablo sólo puede dominarnos si se lo permitimos, de lo contrario, huye, como señala Santiago 4.7. Incluso el hombre posee entera capacidad para vencerlo si se lo propone tal como dice 1 Juan 2.13
Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
El diablo fue dotado de vida mas no hay registro en el cual constatar que fue dotado del espíritu de Dios como lo fue el hombre. El hombre piensa, siente y determina, lo cual Job 32.8 lo corrobora al decir
Ciertamente espíritu hay en el hombre, y el soplo del Omnipotente lo hace que entienda.
Seguramente no existe un versículo en la Biblia el cual diga que los seres, aparte del hombre, posean tan gloriosa característica. Todavía más, ningún otro ser creado, sea en el cielo o en la Tierra, posee la honrosa categoría de dioses (elojim) sino exclusivamente el hombre, el Salmo 82-6 lo afirma esto al decir:
Yo dije: «Vosotros sois dioses y todos vosotros hijos del Altísimo.
Esta virtud se debe a que sólo el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de sus Creadores, aparte de él, nadie más. La alta calidad de la cual el hombre fue dotado puede ser vista en la admirable descripción hecha por David en el Salmo 8.3–8:
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: «¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?». Lo has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves del cielo y los peces del mar; ¡todo cuanto pasa por los senderos del mar!
Ni antes del pecado en Edén, ni después, le fue dada autoridad o poder al diablo sobre los humanos, y aunque induce al pecado depende del hombre aceptar la tentación o rechazarla.
Lo mismo es referente a la felicidad de vivir obedeciendo a Dios, Él es Todopoderoso, pero no obliga a nadie a obedecerle; más bien la opción pertenece al humano.
Satán no contradice al Creador en nada ni se rebela porque carece de esa virtud, más bien se mantiene incambiable con la naturaleza con que fue creado, en cambio el hombre, habiendo sido creado para gozar, optó por el sufrimiento; estableció su propio modo de conducir su vida; habiendo recibido autoridad para subyugar a los animales la rechazó y hoy les teme.
En verdad, el único semejante a Dios es el hombre, nadie más. A partir del pecado cometido en Edén el hombre perdió algunas características, pero las que conserva lo continúan capacitando para ser elevado por Dios a la categoría de adversario.
Los siguientes versos demuestran que el hombre se ha constituido en adversario de Dios.
Hebreos 10.27 sino una horrenda expectación de juicio y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Isaías 1.24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: ¡Basta ya! ¡Tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios!
Isaías 59.18 como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos y dar el pago a sus adversarios. ¡El pago dará a los de las costas!
Nahúm 1.2 Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y está lleno de indignación; se venga de sus adversarios y se enoja con sus enemigos.
Esto demuestra que el hombre es tomado por el Altísimo con su adversario, el que le contradice y actúa contra Su voluntad. El hombre es entre toda la creación el único con capacidad para decidir qué hacer, cómo hacerlo y cuándo. Su razonamiento y voluntad lo hacen superior a todo lo creado y por lo tanto, es el único en constituirse en enemigo y adversario de Dios.
porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
No todo está perdido para la raza humana; no todos siguen los impulsos destructores de la carne que batallan contra la voluntad de Dios. Los redimidos han dejado de ser parte del enorme conjunto de humanos declarados enemigos y adversarios por el Altísimo.
La enemistad adquirida por la primera pareja es heredada por la humanidad y nada puede revertirla, excepto la sangre del Cordero de Dios que se ofreció a sí mismo como rescate. Quienes la aceptan reciben el perdón de pecados y la reconciliación, a partir de eso nace una amistad tan estrecha con Dios perdurable y de incalculables beneficios para los amigos de Dios.