Este estudio presenta un enfoque más analítico, diferente al de la primera edición. Incluso se han tomado algunos puntos de vista tradicionales que favorecen la resurrección dominical con el propósito de exponer sus partes débiles.
El Presente estudio sustituye al realizado en Febrero de 1999. Éste ha sido diseñado con elementos de fondo diferentes. Aunque las primeras partes son copia del estudio anterior, el lector pronto notará que el resto del contenido es nuevo y diferente; con una estructura que lo hace enteramente fácil de entender.
Este es más objetivo y evita seguir por el camino que otros expositores ya han caminado. Después de todo, si de aumentar otro eslabón a la cadena se tratara, entonces carece de propósito realizar esta nueva edición.
Asimismo, en la edición anterior los gráficos resultaron difíciles de entender debido a fallas en la aplicación que se usó, en esta edición son claros, fáciles de leer.
Tómese, pues, el tiempo necesario para analizar el contenido, al final se verá que leerlo ha sido un tiempo bien aprovechado.
¿Sabía usted que nuestro Señor Jesucristo no murió en día viernes y que tampoco resucitó en domingo? Contrario a lo que tradicionalmente ha sido establecido, las Sagradas Escrituras muestran algo completamente diferente. Ellas nos muestran que el Salvador del mundo murió en miércoles y que resucitó en sábado.
Aunque esta notable verdad escritural poco a poco va siendo conocida por miles de personas, todavía la fecha tradicional es predominante, después de todo, por casi dos mil años se ha dado por cierto que la muerte del Señor ocurrió en día viernes y que su resurrección sucedió en la madrugada del primer día de la semana (domingo).
Es probable que el desconocimiento de esta notable verdad tenga sus raíces en el poco uso que se hace de los escritos del Antiguo Testamento, el cual es la base para conocer muchos tópicos del Nuevo Testamento.
En este estudio se muestra paso a paso, de una manera sencilla, cómo los Evangelios proporcionan la información necesaria que conduce a ver claramente que el Señor Jesucristo murió en miércoles y resucitó en sábado.
Para entender este estudio no se necesitan conocimientos profundos de la Palabra de Dios sino simple lectura de los versículos que aquí se proporcionan.
El modo en que se demarcan los días dentro de las Escrituras es diferente al modo en que los antiguos Romanos los demarcaban. Ellos los demarcaban tomando como base las 12:00 de la noche; a esa hora termina un día y se inicia otro. Hasta el día de hoy ese sistema prevalece.
Dentro de las Escrituras el sistema es diferente, los días se inician con la puesta del sol. Como en invierno la parte clara de los días es más corta que la parte oscura; mientras que en verano la parte clara es más larga que la oscura, en este estudio se han tomado las 6:00 p. m., como promedio, y es esta hora la que se va a usar para este estudio.
La figura 1 favorece un mejor entendimiento.
Algo que también es oportuno aclarar es que el número de horas de cada día no ha variado en ningún momento de la historia. Nunca han existido días con menos o más horas. La parte obscura siempre ha tenido doce horas, y la parte clara doce horas. Esto incluso está plenamente atestiguado por nuestro Señor Jesucristo, cuando refiriéndose a la parte clara del día, dijo: “¿No tiene el día doce horas?” (Juan 11:9).
Así, asumiendo que el asunto de la demarcación de los días está claro y que el amable lector lo tendrá en mente hasta concluir el estudio, continuamos la exposición con otro aspecto que también es sumamente importante tener en mente.
Otro de los elementos principales, predominante en este estudio es la celebración de la Pascua. La Pascua fue la primera solemnidad que Dios ordenó a los israelitas celebrar. El propósito de celebrarla era recordar la noche en que Dios mató a los primogénitos egipcios y dejó con vida a los primogénitos israelitas. La descripción de esto se encuentra en Éxodo 12:3-27:
3 Hablad a toda la congregación de Israel, y decid: "El día diez de este mes tomará cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.
4 Pero si la familia es demasiado pequeña", que no baste para comer el cordero, entonces él y el vecino más cercano a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre os repartiréis el cordero.
5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
6 Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.
7 Tomarán de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.
8 Esa noche comerán la carne asada al fuego y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán .
9 Ninguna cosa comeréis de él cruda ni cocida en agua, sino asada al fuego; comeréis también su cabeza, sus patas y sus entrañas.
10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quede hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego.
11 Lo habéis de comer así: ceñidos con un cinto, con vuestros pies calzados y con el bastón en la mano; y lo comeréis apresuradamente. Es la Pascua de Jehová.
12 Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias, y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo, Jehová.
13 "La sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; veré la sangre y pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.
14 Este día os será memorable, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.21 Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo: "Salid y buscad corderos para vuestras familias, y sacrificad la pascua.
22 Tomad un manojo de hisopo, mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo. Que ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana,
23 pues Jehová pasará hiriendo a los egipcios, y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová de largo por aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.
24 Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.
25 Cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió, también guardaréis este rito.
26 Y cuando os pregunten vuestros hijos: "¿Qué significa este rito?",
27 vosotros responderéis: "Es la víctima de la Pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios y libró nuestras casas". (Reina-Valera 1995).
Un resumen de esta transcripción muestra que: Pascua (en Hebreo Pésaj) es el nombre que se le dio a la solemnidad que Israel debía celebrar el 14 de Nisán. En esa solemnidad se debía asar un cordero o un cabro, y se debía comer junto con hierbas amargas y panes sin levadura.
La Escritura no da detalles de las dos tardes (v. 6), pero podría inferirse que los preparativos de asar el animal y los panes sin levadura y las hierbas amargas se iniciaban como a las tres de la tarde del 13 de Nisán. Al caer la tarde de ese día empezaba el 14 y era cuando la solemnidad empezaba. En otras palabras, las dos tardes podrían contarse así: La primera va de las 3 a las 6p.m. del 13 de Nisán cuando se hacían los preparativos; la segunda se cuenta de las 6 a las 9 de la noche del 14 que era cuando se hacía la solemnidad.
Nuestro Señor Jesucristo celebró la Pascua siguiendo las guías proporcionadas en Éxodo 12, de esto, en Mateo 26:2 dice:
“Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado”.
Mateo 26:20 agrega:
“Cuando cayó la noche se sentó a la mesa con los doce”.
Del verso 2 entendemos que él y sus discípulos se preparaban para comer la Pascua; mientras que del verso 20 entendemos que llegado ese día, se sentó a la mesa para comerla.
Escenas que se llevaron a cabo en la noche del 14 de Nisán
Por favor obsérvese que todo lo que a continuación se va a describir aconteció en la misma noche en que el Señor comió la última Pascua. La cita bíblica aquí transcrita es bastante larga, pero ha sido colocada para que el lector siga paso a paso todo cuanto el evangelio detalla. Mateo 26:21-75 dice:
21 Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
22 Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos á decirle: ¿Soy yo, Señor?
23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar.
24 A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas !ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregad! bueno le fuera al tal hombre no haber nacido.
25 Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo. ¿Soy yo, Maestro? Dícele: Tú lo has dicho.
26 Y comiendo ellos, tomó Jesus! el pan, y bendijo, y lo partió, y dió á sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. esto es mi cuerpo.
27 Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dió, diciendo: Bebed de él todos;
28 Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.
29 Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
30 Y habiendo cantado el himno, salieron al monte de las Olivas.
31 Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito esta:! Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas.
32 Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros á Galilea.
33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado.
34 Jesús le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
35 Dícele Pedro. Aunque me sea menester morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
36 Entonces llegó Jesús con ellos á la aldea que se llama Gethsemaní, y dice á sus discípulos: Sentaos aquí, hasta que vaya allí y ore.
37 Y tomando á Pedro, y á los dos hijos de Zebedeo, comenzó á entristecerse y á angustiarse en gran manera.
38 Entonces Jesus! les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú.
40 Y vino á sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo á Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma.
42 Otra vez fué, segunda vez, y oró diciendo. Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.
43 Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados.
44 Y dejándolos fuése de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras.
45 Entonces vino á sus discípulos y díceles: Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
46 Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado.
47 Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él mucha gente con espadas y con palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.
48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle.
49 Y luego que llegó á Jesús, dijo: Salve, Maestro. Y le besó.
50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿á qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano á Jesús, y le prendieron.
51 Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, é hiriendo á un siervo del pontífice, le quitó la oreja.
52 Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada á su lugar; porque todos los que tomaren espada, á espada perecerán.
53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar á mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?
54 ¿Cómo, pues, se cumplirían las Escrituras, que así conviene que sea hecho?
55 En aquella hora dijo Jesús á las gentes: ¿Como á ladrón habéis salido con espadas y con palos á prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.
56 Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole.
57 Y ellos, prendido Jesús, le llevaron á Caifás pontífice, donde los escribas y los ancianos estaban juntos.
58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del pontífice; y entrando dentro, estábase sentado con los criados, para ver el fin.
59 Y los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos, y todo el consejo, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle á la muerte;
60 Y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se llegaban; mas á la postre vinieron dos testigos falsos,
61 Que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.
62 Y levantándose el pontífice, le dijo: ¿No respondes nada? ¿qué testifican éstos contra ti?
63 Mas Jesús callaba. Respondiendo el pontífice, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios.
64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho: y aun os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo de los hombres sentado á la diestra de la potencia de Dios, y que viene en las nubes del cielo.
65 Entonces el pontífice rasgó sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha: ¿qué mas! necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.
66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: Culpado es de muerte.
67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de bofetadas; y otros le herían con mojicones,
68 Diciendo: Profetízanos tú, Cristo, quién es el que te ha herido.
69 Y Pedro estaba sentado fuera en el patio: y se llegó á él una criada, diciendo: Y tú con Jesús el Galileo estabas.
70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
71 Y saliendo él á la puerta, le vió otra, y dijo á los que estaban allí: También éste estaba con Jesús Nazareno.
72 Y negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
73 Y un poco después llegaron los que estaban por allí, y dijeron á Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu habla te hace manifiesto.
74 Entonces comenzó á hacer imprecaciones, y á jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y el gallo cantó luego.
75 Y se acordó Pedro de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliéndose fuera, lloró amargamente”.
Acabada la cena, el Señor con sus discípulos cantaron un himno, después de eso fueron al monte de los Olivos para orar donde al poco tiempo de haber llegado, apareció Judas llevando a quienes iban a apresar al Señor.
Se han transcrito todos estos versículos del capítulo 26 para que el amable lector siga la secuencia de todo cuanto sucedió desde que se inició la Pascua en la noche del 14 de Nisán hasta cuando amaneció. Ahora véase el capítulo 27 que narra lo que aconteció en la parte clara de ese mismo día.
Escenas del 14 de Nisán cuando fue de día
Mateo capítulo 27:1-60 dice:
1 Y VENIDA la mana" na, entraron en consejo todos los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesús, para entregarle á muerte.
2 Y le llevaron atado, y le entregaron á Poncio Pilato presidente.
3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, volvió arrepentido las treinta piezas de plata á los príncipes de los sacerdotes y á los ancianos,
4 Diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da á nosotros? Viéras lo tú.
5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, partióse; y fué, y se ahorcó.
6 Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de los dones, porque es precio de sangre.
7 Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros. 8 Por lo cual fué llamado aquel campo, Campo de sangre, hasta el día de hoy.
9 Entonces se cumplió lo que fué dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fué apreciado por los hijos de Israel;
10 Y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
11 Y Jesús estuvo delante del presidente; y el presidente le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.
12 Y siendo acusado por los príncipes de los sacerdotes, y por los ancianos, nada respondió.
13 Pilato entonces le dice: ¿No oyes cuan! tas cosas testifican contra tí?
14 Y no le respondió ni una palabra; de tal manera que el presidente se maravillaba mucho,
15 Y en el día de la fiesta acostumbraba el presidente soltar al pueblo un preso, cual quisiesen.
16 Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás.
17 Y juntos ellos, les dijo Pilato; ¿Cuál queréis que os suelte? ¿á Barrabás ó á Jesús que se dice el Cristo? 18 Porque sabía que por envidia le habían entregado.
19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió á él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él.
20 Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese á Barrabás, y á Jesús matase.
21 Y respondiendo el presidente les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: á Barrabás.
22 Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Dícenle todos: Sea crucificado.
23 Y el presidente les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea crucificado.
24 Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréis lo vosotros.
25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
26 Entonces les soltó á Barrabás: y habiendo azotado á Jesús, le entregó para ser crucificado.
27 Entonces los soldados del presidente llevaron á Jesús al pretorio, y juntaron á él toda la cuadrilla;
28 Y desnudándole, le echaron encima un manto de grana;
29 Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; é hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: Salve, Rey de los Judíos!
30 Y escupiendo en él, tomaron la caña, y le herían en la cabeza.
31 Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
32 Y saliendo, hallaron á un Cireneo, que se llamaba Simón: á éste cargaron para que llevase su cruz.
33 Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgotha, que es dicho, El lugar de la calavera,
34 Le dieron á beber vinagre mezclado con hiel: y gustando, no quiso beber lo
35 Y después que le hubieron crucificado, repartieron
sus vestidos, echando suertes: para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
36 Y sentados le guardaban allí.
37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS EL REY DE LOS JUDIOS.
38 Entonces crucificaron con él dos ladrones, uno á la derecha, y otro á la izquierda.
39 Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas,
40 Y diciendo: Tú, el que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate á ti mismo: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.
41 De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciendo con los escribas y los Fariseos y los ancianos, decían:
42 á otros salvó, á sí mismo no puede salvar: si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
43 Confió en Dios: líbrele ahora si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
44 Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él.
45 Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.
46 Y cerca de la hora de nona, Jesús exclamó con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
47 Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.
48 Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la hinchió de vinagre, y poniéndola en una caña, dábale de beber.
49 Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías á librarle.
50 Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con grande voz, dió el espíritu.
51 Y he aquí, el velo del templo se rompió en dos, de alto á bajo: y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;
52 Y abriéronse los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
53 Y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron á la santa ciudad, y aparecieron á muchos.
54 Y el centurión, y los que estaban con él guardando á Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.
55 Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habiá n seguido de Galilea á Jesús, sirviéndole:
56 Entre las cuales estaban María Magdalena, y María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
57 Y como fué la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús.
58 Este llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús: entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.
59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió! en una sábana limpia,
60 Y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña: y revuelta una grande piedra á la puerta del sepulcro, se fué.
Ha sido transcrito capítulo 26 porque muestra paso a paso cuanto aconteció durante la noche del 14 de Nisán; y ha sido transcrito el capítulo 27 porque muestra paso a paso cuanto aconteció en la parte clara, desde que amaneció hasta que el señor fue colocado en el sepulcro.
Uno de los aspectos más interesantes, y más importantes de este estudio consiste en centrar la atención a aquellos textos de los evangelios en los cuales se detalla claramente los eventos sucedidos inmediatamente después de la muerte del Señor.
Entre esos textos están:
“Y como fué la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús. Este llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús: entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia. Y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña: y revuelta una grande piedra á la puerta del sepulcro, se fue.! ” Mateo 27:57-60.
Según esta narración, después que el Señor expiró, los criminales mandaron que a los crucificados se les quebrasen las piernas a fin de que el horrible dolor se aunara a la agonía y de esa manera la muerte fuese más rápida. Sorpresivamente hallaron que el Señor ya había muerto, por lo cual no se las quebraron.
Entonces José, de Arimatea, fue a Pilato a rogar le fuera entregado el cuerpo para enterrarlo, lo cual le fue concedido. Inmediatamente, él junto a las mujeres y Nicodemo, fueron a ponerlo en el sepulcro, y se regresaron.
Es curioso que, siendo costumbre de aquel tiempo quedarse en el lugar del entierro para llorar al muerto, en el caso del Señor no hubo tiempo para eso. Aunque Mateo no da explicaciones del por qué, Lucas 23:54 sí las da:
“Era día de la preparación y estaba para comenzar el sábado.“. (Reina-Valera de 1995).
Ésta es la razón por la cual fueron al sepulcro, depositaron el cuerpo con una ligera preparación de especias aromáticas e inmediatamente se regresaron a sus casas porque el 15 de Nisán ya entraba por entrar.
Si el Señor murió como a las 3:00 p. m., del 14 de Nisán, entonces agréguese el tiempo que José tomó para ir donde Pilato a pedir el cuerpo, más el tiempo que les tomó bajarlo de la cruz y envolverlo, más el tiempo de llevarlo hasta la tumba. Es imposible determinar cuánto tomó realizar todo eso, pero es entendible concluir por qué sólo colocaron el cuerpo en el sepulcro y se marcharon.
El 15 de Nisán, que era el primer día de la gran solemnidad de los Panes sin Levadura iba a comenzar al caer la tarde, es decir, como a las 6:00 p. m., de manera que había que darse prisa, porque al entrar el sábado no se podía hacerse ningún trabajo pues era día de reposo, o como dice Levítico 23:5, era sábado. La figura 3 sirve para ver el tiempo en que los eventos se llevaron a cabo.
Poner atención a esto es crítico, porque el sábado que estaba por comenzar no era el séptimo día de la semana como generalmente ha sido creído y enseñado, sino el 15 de Nisán. En esa solemnidad, tanto el primer día como el último eran sábados, y no se debía hacer ninguna obra material.
La poca atención conque pueda mirarse este “sábado”, como se ha mencionado al principio de este estudio, se debe al desconocimiento del calendario festivo dado por Dios al pueblo de Israel; que si fuera conocido, millones de personas evitarían errar pensando que por estar para entrar el “sábado” es que el Señor murió en viernes.
Así, como aquel “sábado” estaba por entrar, el cuerpo fue colocado en el sepulcro y el grupo se marchó.
La figura 4 muestra cuál era ese sábado que estaba por entrar.
¿Qué sucedió al día siguiente, o sea, después que pasó el primer día de los Panes sin Levadura? Marcos 16:1 lo dice:
“Y COMO pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salome,! compraron drogas aromáticas, para venir á ungirle. ”
Las especias aromáticas fueron compradas el 16 de Nisán, en lo que para nosotros es viernes (ver fig. 4). Obsérvese cómo el texto claramente confirma que las drogas fueron compradas hasta después que pasó ese sábado, después de haberlas comprado las prepararon; con esto concuerda Lucas al decir:
“Al regresar, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el sábado, conforme al mandamiento.” Lucas 23:56.
Ahora póngase mucha atención a los relatos de Marcos y de Lucas y se notará que:
La figura 4 ilustra los dos sábados y corrobora que los registros de Marcos y de Lucas no dan lugar a confusión, ya que entretanto Marcos menciona el reposo del primer día de los Panes sin Levadura (15 de Nisán), Lucas menciona el reposo del séptimo día de la semana.
La narración de ambos evangelistas es de alta importancia para establecer correctamente las acciones desarrolladas por las mujeres, lo cual no favorece en nada a la posición tradicional. Marcos claramente dice que después que pasó el sábado 15 de Nisán compraron las drogas aromáticas, y Lucas dice que después de haberlas preparado reposaron el sábado séptimo día de la semana conforme al mandamiento.
Si Marcos fuera el único en decir que las mujeres compraron y prepararon las drogas “después que pasó el sábado”, entonces la tradición podría estirar el significado aduciendo que ellas las compraron y prepararon después de haber pasado el sábado séptimo día de la semana, o sea en la noche del domingo, y que fueron al sepulcro a ungir el cuerpo al amanecer del domingo. Esto incluso fue el argumento de un misionero adventista que, defendiendo la posición de su iglesia en una conversación que sostuvimos, acudió a tal idea.
Lamentablemente para la tradición, Lucas dice que ellas primero las compraron y prepararon y hasta después de eso reposaron el sábado conforme al mandamiento.
En otras palabras, Marcos dice que primero reposaron y después las compraron; Lucas dice que primero las compraron y después reposaron ¿Se entiende esto?
Definitivamente, la idea tradicional erra al no poner atención a esto.
A continuación vamos a ver el día en que el Señor resucitó, eso mostrará que la Palabra de Dios no concuerda con la tradición que sostiene que el Señor resucitó el domingo o primer día de la semana.
Mateo 28:1 dice:
"Οψε δε σαββατων, τη επιφωσκουση εις μιαν σαββατων, ηλθεν Μαρια η Μαϒςαληνη και η αλλη Μαρια θεωρησαι τον ταφον"
Una aproximación en Español podría ser:
“Opse de sabbáton, te epifoskouse eis mian sabbáton, elthen María e Magdalene kai e alle María theoresai ton táfon”.
La Versión Reina-Valera Antigua traduce el texto así:
“Y la víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, á ver el sepulcro.” Mateo 28:1.
Esta es la única versión en Español que vierte la frase “Opse de sabbáton” como víspera de sábado”, lo cual es correcto como se muestra más abajo. De allí, cualquier otra versión la traduce como “después del sábado”.
La palabra opse ha venido a ser bastante controversial en nuestro tiempo debido a que los padres de la Iglesia establecieron el primer día de la semana como día de reposo para la Iglesia (con I mayúscula para identificar a la Iglesia Católica). Ellos se esforzaron en enfatizar que la resurrección había tenido lugar en el primer día de la semana porque miraban la resurrección en ese día como fuerte argumento para establecer en la Religión Cristiana el día del sol que ellos, en el paganismo al cual pertenecían antes de convertirse a la Iglesia, adoraban. De esa manera, el sol invicto, como era conocido el dios sol, vino a ser sustituido por el sol de justicia que es Cristo.
Los siglos siguientes a la muerte de ellos se encargarían de reforzar fuertemente la idea, y, hasta el día de hoy, esa enseñanza prevalece no dando lugar a otras interpretaciones. De hecho, las editoriales productoras de Biblias, las Sociedades Bíblicas, y los Comentarios de la Biblia, casi al unísono siguen el punto de vista de los padres de la Iglesia. De allí que, opse es vertido al Español como “después del sábado” en lugar de “al atardecer del sábado”.
En esta parte, el mundo de habla española siempre ha mantenido invariable lealtad a la interpretación patrística de interpretar opse como después. Por el contrario, el mundo de habla inglesa ha tenido alguna libertad, y ha visto en opse una interpretación diferente. Por ejemplo:
La Peshita Siriaca, que es una de las versiones más antiguas de la Biblia, fue traducida al Inglés por Murdok, vertiendo Mateo 28: así:
“And in the close [evening] of the sabbath, as the first [day] of the week began to dawn...”.
Esto, en Español viene siendo algo así como:
“Y al cerrar (atardecer) del sábado, como el primer (día) de la semana empezaba a aparecer”.
Esto concuerda con la Reina-Valera Antigua.
Téngase en cuenta que “cerrar o atardecer del sábado” no significa “después del sábado”, sino los últimos minutos del sábado.
La Versión del Rey Santiago (King James Version) lo traduce así:
“In the end of the sabbath, as it began to dawn toward the first day of the week...”
Esto viene siendo algo así como: “Al final del sábado, cuando empezaba a amanecer hacia el primer día de la semana”. Y concuerda con la Reina-Valera Antigua. Otra vez, tómese cuidado en ver que la frase final del sábado no significa después del sábado, sino los últimos momentos de ese día.
Como esta versión, otras en Inglés interpretan opse como final del sábado, no como después del sábado.
Mi opinión es que las Versiones que vierten opse significando al atardecer del sábado, están correctas, y lo demuestro en los siguientes subtítulos.
El significado de esta palabra griega es motivo de discusión en el mundo Cristiano. Dos posiciones son sustentadas, una propone que opse significa después, y la otra propone que significa al tardecer. Ambas propuestas han nacido de personas conocedoras de la lengua Griega, lo cual vuelve difícil darle la razón a cualquiera de ellas.
Si de gramática se trata, opse viene a constituirse en un tremendo embrollo de donde nadie puede salir triunfante aunque se ofrezcan todas las explicaciones que se consideren razonables, de allí que semejante controversia prevalecerá hasta el día en que el Salvador regrese por segunda vez a la Tierra, sencillamente porque ambas posiciones se declaran correctas. Por supuesto que una de las dos es correcta, la otra es falsa pues no pueden haber dos verdades al mismo tiempo sobre un mismo punto.
Por ejemplo, el Diccionario Griego-Español del erudito Florencio I Sebastián Yarza, dice de Opse:
Tarde|| Mucho después, después de largo tiempo...te hemera opsé, aquel día hacia la tarde”.
Para este erudito en lengua griega, opse significa cuando el día está bastante avanzado pero que no ha terminado. Siendo erudito en lengua Griega, su definición posee un trasfondo imparcial. Él no está ofreciendo definiciones con las cuales defender la interpretación tradicional sobre Mateo 28:1 sino explicando el significado de esa palabra lo cual ayuda al lector a tener una idea clara del significado de esa palabra.
Samuele Bacchiocchi, Adventista, Doctor en Filosofía de la Pontificia Universidad Gregoriana, en su libro “The Time of the Crucifixion and the Resurrection” (El tiempo de la crucifixión y de la Resurrección), aborda el problema. Al analizar sus palabras, él concluye que aun cuando opse tiene significado controversial, para él, en Mateo 28:1, no significa antes de terminar el día, sino después. (La iglesia Adventista apoya a la Iglesia Católica en este asunto, por lo cual se infiere que su posición es parcial). En otras palabras, su exposición es parcial y favorece a la tradición. Óigase lo que dice:
“En Marcos 13:35, sin embargo, opse ("tarde") claramente designa la primera vigilia de la noche, desde aproximadamente la puesta del sol hasta las 9 p.m.: "Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben cuándo volverá el dueño de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer;" (Marcos 13:35). El hecho de que “opse“ pudiera significar no sólo las últimas horas del día, sino las primeras horas del nuevo día, sugiere la posibilidad de que Mateo pudo haber usado el término como referencia a un tiempo aproximado simplemente como referencia para indicar que el Sábado ya había terminado cuando las mujeres fueron al sepulcro”. (Traducido del Inglés).
Como se puede ver, el Doctor Bacchiocchi no está seguro de su posición sino que cavila tratando de encontrar en las palabras de Marcos razones que favorezcan su punto de vista, o sea, aunque acepta que en Mateo 28:1 opse significa las últimas horas del día, no ataca el significado totalmente desde su punto de vista porque aunque conoce la lengua griega, otros de su misma estatura académica piensan diferente a él.
Entretanto en sus palabras anteriores (no traducidas aquí) vapulea a quienes rechazan la resurrección dominical) su argumento no ofrece alguna evidencia con la cual demostrar en qué consiste el error de quienes creemos en la resurrección al atardecer del Sábado séptimo día de la semana. Después de todo, en el párrafo sólo conjetura de lo que según su punto de vista podría ser Mateo 28:1; conjetura es conjetura que no resuelve nada.
Continúa su análisis diciendo:
“La conclusión anterior es apoyada por el uso de opse en el Griego tardío como significando después. Mientras que el Griego antiguo, como A. T. Robertson explica, opse ocurre como proposición con el genitivo (Thuc. 4, 93) con el sentido de tarde en...
Edgar J. Goodspeed, otro renombrado erudito Griego, hace la misma observación. Él explica que el adverbio opse es algunas veces usado en el sentido de ‘tarde‘ con genitivo de tiempo...lo cual podría significar ‘tarde en el Sábado‘. Pero opse posee otro sentido; es usado escritores Griegos tardíos como Filostrato (segundo o tercer siglo) como preposición significando ‘después‘, seguido por el genitivo, opse touton, ‘después de estas cosas‘ (Vida de Apolinario. Este es el sentido de la palabra en Mateo 28:1 y de una vez clarifica cualquier dificultad... El sentido pleno del pasaje es, ‘Después del Sábado, cuando el primer día de la semana estaba apareciendo”.
De acuerdo a este párrafo, el Dr. Bacchiocchi menciona dos usos diferentes de opse: Uno se refiere a cómo era usado antes, el otro se refiere a cómo los escritores de allá por los siglos segundo o tercero lo usaban. De esta manera sugiere que A. T. Robertson y otros eruditos que cita, están en lo correcto al decir que opse significa al atardecer del sábado, pero como escritores posteriores al siglo I le dan el significado de después, él piensa que este último significado es el correcto sin importar si eruditos de peso están en lo cierto al declarar que opse significa antes de terminar el día.
Como se puede mirar, esta palabra es vista por los eruditos en Griego de dos modos diferentes, y es posible que entre ellos el asunto no sea motivo de discusión, con todo, la dificultad se torna insalvable cuando hay que establecer el verdadero significado de Mateo 28:1. Porque entretanto se dice que la frase, víspera de Sábado en Español, y late on Sabbath (tarde en Sábado) en Inglés, son correctas, la oportunidad de buscar un segundo significado que vaya de acuerdo con la tradición sugiere que Mateo 28:1 se debe entender con el significado que tenía en los siglos posteriores a cuando Mateo escribió su relato.
Aunque la dificultad siempre estará allí, el momento de la resurrección puede ser establecido evitando discusiones gramaticales interminables. Así, véase la siguiente parte.
Si se ha de buscar la verdad respecto al momento en que el Señor resucitó, entonces los argumentos gramaticales carecen de importancia y no deben tomarse como base porque en lugar de conducir a aclarar el tópico, lo vuelven confuso, por lo cual, defender cualquiera de estas dos posiciones para definir el momento de la resurrección es infructuoso. Por supuesto que no estoy desechando la gramática, lo que estoy tratando de decir es que, aun cuando la gramática es la base de toda lengua, la resurrección del Señor no está supeditada a gramática sino a tiempo.
He allí por qué el Dr. Bacchiocchi y todos los otros de su misma opinión, versados en Griego, erran, porque aunque seguramente conocen de gramática griega, no han notado que el asunto no depende de gramática sino de tiempo. Véase por qué:
De acuerdo a Mateo 12:40 Jesucristo dijo que él iba a estar sepultado tres días y tres noches, esto es cosa de tiempo no de gramática.
“Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.”
¿A partir de cuándo es que esos tres días y tres noches se deben contar? A partir del momento en que él fue colocado en la tumba, ese es el momento correcto, lo cual, según Mateo, Lucas y Juan ocurrió poco tiempo antes de terminar el 14 de Nisán.
Cuéntense los tres días y las tres oches:
De miércoles antes de terminar el día, a jueves antes de terminar el día es un día y una noche.
De jueves antes de terminar el día, a viernes antes de terminar el día son dos días y dos noches.
De viernes antes de terminar el día, a sábado antes de terminar el día son tres días y tres noches.
Para ver mejor los tres días y las tres noches completas, véase la figura 5.
Tres días y tres noches completos, que para obtenerlos hay que tomar el momento del entierro; de esa manera, no se recurre a ninguna regla gramatical ni mucho menos a artimañas o falsos argumentos, porque el elemento tiempo se encarga de demostrar que el Señor fue colocado en la tumba antes de terminar el 14 de Nisán (miércoles) y resucitó antes de terminar el día sábado.
En esto fallan quienes arman controversia, pues al tomar opse tratan de explicar que significa antes o después.
Esto es lo que el Dr. Bacchiocchi no tomó en cuenta, esto es lo que no toman en cuenta quienes apoyan la resurrección dominical, porque se basan en lo que consideran ser la interpretación correcta de esta palabra griega.
La Palabra de Dios es clara, no da lugar a arreglos de ninguna índole. Muestra que el Señor fue colocado en el sepulcro antes de terminar el 14 de Nisán, de allí es que se deben comenzar a contar los tres días y las tres noches que él dijo en Mateo 12:40.
De acuerdo a Juan 19:42 y Lucas 23:54, los judíos tenían prisa, y rogaron a Pilato quebrar las piernas de los colgados para acelerarles la muerte y fuesen bajados:
Allí, pues, por causa de la preparación de la Pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.
“Era día de la preparación y estaba para comenzar el sábado.“. (Reina-Valera de 1995).
No existe texto alguno que sugiera que José, Nicodemo y las mujeres hayan transgredido la Ley enterrando al Señor cuando el 15 de Nisán había comenzado, al contrario, ellos se dieron prisa a enterrarlo antes de entrar ese día.
Ahora bien, la tradición, de la cual el Dr. Bacchiocchi forma parte, sostiene que el día del entierro fue viernes 14 de Nisán pero carece de bases para demostrar que el primer día de los panes sin levadura (sábado solemne) haya caído en el Sábado séptimo día de la semana (o sea dos sábado en uno), no lo puede demostrar sencillamente porque ese doble sábado no existe en la Ley.
En resumen, si se espera interpretar la Palabra de Dios sin recurrir a forzar las palabras de los evangelistas, entonces se debe tomar el 14 de Nisán (miércoles) antes de terminar, y comenzar desde allí, y correctamente se llegará hasta ante de terminar el sábado 17 de Nisán. ¿Es necesario tomar el significado de opse para esto? Sencillamente no.
Toda persona que conoce el significado de las solemnidades dadas al pueblo de Israel indudablemente entiende el grado de importancia que cada una poseía para el Altísimo. Sí, para el Altísimo.
Ninguna de ellas debía dejar de celebrarse. Y cada una poseía un propósito específico. Cada una poseía elementos que no debían faltar en la celebración. La persona que fallaba en reunir todos esos elementos atraía la ira del Altísimo sobre sí y sobre su familia .
Siendo esas solemnidades de gran importancia, algunas incluían días de shabbát o días de reposo. Así, la solemnidad de los Panes sin levadura contenía dos, los cuales eran el primer día y el último. No importaba en qué día de la semana comenzara la solemnidad o en qué día terminara, ambos días eran sábados, Dios prohibía que se trabajara en esos días.
Dos textos mencionan ampliamente los detalles de esta solemnidad, el primero es Levítico 23:6-8.
“A los quince días de este mes es la fiesta solemne de los Panes sin levadura en honor a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura.
El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis.
Durante siete días ofreceréis a Jehová ofrendas quemadas. El séptimo día será de santa convocación y ningún trabajo de siervo haréis". Levítico 23:6-8.
Los versículos 7 y 8 mencionan los dos días de reposo. El otro texto es Números 28:17-25.
17 y el día quince de este mes será la fiesta solemne: durante siete días se comerán panes sin levadura.
18 El primer día habrá santa convocación: ninguna obra de siervos haréis.
19 Presentaréis, como ofrenda que se quema en holocausto a Jehová, dos becerros de la vacada, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto.
20 Su ofrenda de harina amasada con aceite: tres décimas por cada becerro, dos décimas por el carnero,
21 y por cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima.
22 También ofreceréis un macho cabrío como expiación para reconciliaros.
23 Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo.
24 Conforme a esto ofreceréis cada uno de los siete días, vianda y ofrenda que se quema con olor grato para Jehová: se ofrecerá además del holocausto continuo y de su libación.
25 Y el séptimo día tendréis santa convocación: ninguna obra de siervos haréis.
No se conoce en qué parte de tiempo los israelitas decidieron por primera vez unir la solemnidad de la Pascua con la de los Panes sin Levadura; lo que sí es cierto es que para los días en que el Salvador del mundo estuvo sobre la tierra, el pueblo no celebraba el 14 sino el 15, a este día 15 siendo el primer día de los Panes sin Levadura le daban el nombre de Pascua, hasta el día de hoy es lo mismo.
Este asunto es interesante, y sirve para entender que el Señor no respetaba la tradición judía sino que respetaba la Ley declarada en Levítico 23:5; por esa razón es que celebró la Pascua el propio día 14, en cambio los judíos iban a celebrarla al día siguiente como dice Juan 19:31:
“Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la Pascua, a fin de que los cuerpos no quedaran en la cruz el sabádo (pues aquel sabádo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebraran las piernas y fueran quitados de allí”.
Esto demuestra que los judíos no celebraban la Pascua en el día señalado sino al día siguiente cuando era el sábado del primer día de los Panes sin Levadura.
Juan dice que el día que estaba por entrar era de gran solemnidad, y los cuerpos no debían quedar colgados, por lo cual pidieron a Pilato mandara quebrar las piernas a los crucificados para acelerarles la muerte.
Los cuatro evangelios dicen lo mismo, es decir, que el cuerpo del Señor fue puesto en la tumba antes de terminar el 14 de Nisán. Si el entierro hubiera sido el 15 la Ley habría sido transgredida, y las autoridades judías, que eran implacables, habrían sentenciado a muerte a José de Arimatea, a Nicodemo y a las mujeres que transportaron el cuerpo hasta la tumba.
Por no haber puesto atención al tiempo en que el cuerpo fue colocado en la tumba para comenzar a contar los tres días y las tres noches completas es que la opinión Cristiana ha tenido que divagar tomando argumentos que nada tienen que ver con Mateo 12:40 ni con Jonás 2:17
He aquí una opinión:
“Aunque a los ojos de los lectores del siglo veintiuno estos enunciados puedan parecer contradictorios a primera vista, en realidad armonizan perfectamente si se entienden los métodos antiguos que se usaron para calcular el tiempo. En el primer siglo se podía considerar a cualquier parte de un día como un día completo y la noche que le seguía (cf. Lighfoot, 1979, pp. 210-211). El Talmud de Jerusalén cita al rabí Eleazar ben Azariah, quien vivió alrededor del año 100 d.C., diciendo: “Un día y una noche son una Onah [‘una porción de tiempo’] y la porción de una Onah es como una Onah completa” (Jerusalem Talmud: Shabbath ix. 3, citado en Hoehner, 1974, pp. 248-249, corcheas en original). Azariah indicó que se podía considerar a una porción de un periodo de veinticuatro horas como “una Onah completa”. Por ende, en el tiempo de Jesús, Él hubiera estado en lo correcto cuando enseñó que Su sepultura duraría “tres días y tres noches”, incluso cuando no fueran días completos de 24 horas.”
Seguramente el escritor de este comentario imagina que lo que dice es cierto sencillamente porque se apoya en lo que un judío de allá por el año 100 d. C., dijo.
De acuerdo a esa suposición los israelitas podían empezar la observancia del 15 de Nisán ya entrado el día, o a cualquier hora y con todo, Dios lo tomaba como bueno porque para él la porción de un día podía ser tomada como día completo. Lo mismo debió haber sido con la observancia del sábado semanal, porque no era cuando el sol se ponía que debían de comenzar a reposarlo sino a cualquier hora en que se les ocurriera, después de todo, el Altísimo tomaba la porción del día como día completo. ¿Es verdad que Dios tomaba las cosas de esa manera?
Aunque el Altísimo dijo al pueblo que los días de reposo debían tomarse “de tarde a tarde” (Lev. 23:32), la idea arriba transcrita sugiere que Dios no quería decir eso sino que el pueblo podía empezar a reposar a partir del momento en que se les ocurriera, después de todo el rabí ha dicho que la porción de un día es como un día completo, y por consiguiente Dios aceptaba la porción de un día como día completo. ¡Vaya con la eiségesis!
Si se observa el comentario se verá que la base para interpretar Mateo 12:40 tomando una porción de día por un día completo no es la Biblia sino lo que dijo un rabí por el año 100 d. C. La pregunta es: ¿Estaba ese rabí comentando las palabras de Jonás 2:17 o de Mateo 12:40? ¡Por supuesto que no! Y seguramente no habría cometido el error de exponer sus palabras para contradecir lo que Jonás dice. En esto erran quienes toman la sinécdoque (la parte por el todo) para rechazar los tres días de 24 horas cada uno.
Jesucristo tomó como referencia el tiempo que Jonás estuvo en el vientre del pez; de no haber sido ese su propósito ni hubiera citado a Jonás ni tampoco habría mencionado tres días y tres noches sino solamente tres días, pero luego viene la eiségesis a decir que no es cierto que el Señor haya imitado a Jonás porque no estuvo en la tumba la misma cantidad de tiempo sino sólo una parte. A esto se le llama anticristo, porque distorsiona las palabras del Maestro y quiere dar a entender que lo que dice es verdad.
Como se viene diciendo, ese modo de ver Mateo 12:40 y Jonás 2:17 no es exégesis sino eiségesis.
La Wikipedia proporciona una definición que, aunque sencilla, es acertada: “La palabra Exégesis significa "extraer el significado de un texto dado". La exégesis suele ser contrastada con la eiségesis, que significa insertar las interpretaciones personales en un texto dado. En general, exégesis presupone un intento de ver el texto objetivamente, mientras que eiségesis implica una visión más subjetiva.
En otras palabras, la eiségesis distorsiona pues toma un texto y lo arregla con ideas que no pertenecen al texto y las da como certeras.
Alguien más dice que ”Eiségesis es leer en un pasaje algo que no está ahí”, para el caso, la posición transcrita arriba se basa en las palabras de un rabí que nada tienen que ver con Jonás 2:17 ni con Mateo 12:40. Sin embargo, la eiségesis ha tomado la opinión de ese rabí para establecer que ni Jonás ni Cristo estuvieron el tiempo completo que ellos mencionan.
La eiségesis destruye Jonás 2:17 declarando que no es cierto que el profeta haya estado en el vientre del gran pez tres días y tres noches, porque el rabí dice que la porción de un día se puede tomar como día entero.
¿Será cierto que los eiségetas creen en la Biblia? Seguramente no, ellos creen en su imaginación, porque entretanto el Señor tomó a Jonás como base para su profecía, los eiségetas declaran que el Señor no cumplió con el tiempo total porque él sólo estuvo en la tumba fracciones de días.
De esta manera, lo que es enteramente claro en la Biblia ha venido a ser difícil de entender porque la eiségesis destruye los tres días y las tres noches.
El tiempo dicho por el Señor es específico, sus palabras no están sujetas a ser interpretadas tomando opiniones o comentarios u otros versículos de la Biblia en los que supuestamente una fracción de día es tomada por el día completo, porque tales versículos nada tienen que ver con el tiempo que él estuvo en el sepulcro.
Sólo en el campo de la eiségesis se mira a Jesucristo como enigmático, pues entretanto sus palabras son claras respecto al tiempo de Jonás, hay que entender que Jonás no estuvo ese lapso de tiempo en el vientre del gran pez.
Quienes proponen que los últimos momentos de un día se pueden tomar como un día completo, tendrían que explicar las palabras de Jonás, y demostrar cómo fue que él no estuvo en el vientre del gran pez el tiempo que la Escritura dice.
Tres días y tres noches es una declaración arto suficiente para entender que se refieren a días completos.
Otros pasajes que la eiségesis toma para contradecir las palabras de Jonás que Cristo tomó como referencia, son: Génesis 42:17, 18; 1 Samuel 30:12, 13; Ester 4:15-17; 1 Reyes 20:29; and 1 Crónicas 10:5.
Si el Señor fue puesto en la tumba en viernes cuando el día estaba para terminar, y resucitó en domingo al amanecer entonces no son tres días y tres noches; ante esto, la eiségesis arremete diciendo que “en el tiempo antiguo los judíos tomaban la fracción de un día como día completo.”
De allí que, —dice la eiségesis, viernes, sábado y domingo son tres días. ¿Ingenioso, no? Bueno, eso de que en tiempo antiguo los judíos contaban los días tomando la parte por el todo, no es tan antiguo como se supone, después de todo, en nuestro tiempo continúa siendo igual. Para el caso, el presidente de los Estados Unidos no toma posesión justamente al entrar el día sino al ser juramentado, sin embargo, el día se toma completo.
O sea que eso de que en tiempo antiguo los judíos contaban el tiempo tomando una parte por el todo no es antiguo, sino que todo mundo lo ha hecho en todo tiempo. La pregunta es: ¿Sucumbe Dios ante la mayoría de humanos que miden el tiempo como lo hacen? ¿Está obligado Dios a someterse al punto de vista de los humanos? ¿Sujetó Dios sus declaraciones al modo en que los judíos medían los días? ¿Daba Dios por aceptado que el pueblo empezara a reposar sus solemnidades cuando ellos lo determinaran? ¿Aceptó Jesucristo la tradición judía? ¿Las palabras de Jonás están sujetas al modo en que los judíos contaban los días?
En fin, la eiségesis destruye totalmente la Palabra de Dios pues la sujeta a tomar una parte de un día por el día completo, e imaginando encontrar fuerte apoyo de base toma lo que supuestamente era iniciativa de los judíos, olvidando que la voluntad de Dios no se basa en iniciativa de nadie.
Al presente ya han transcurrido unos 1800 años desde que se inició el dogma de la resurrección dominical, seguramente el tiempo continuará transcurriendo sin ninguna novedad que lo altere. El viernes continuará siendo el día del santo entierro, y el domingo continuará siendo el domingo de resurrección. Después de todo, la Religión Cristiana así lo ha establecido.
El elemento tiempo es algo de lo cual no se habla; en lugar de poner atención a este factor, la divagación desvía la atención acudiendo a la gramática Griega que nada tiene que ver con el tiempo de la resurrección.
La internet abunda en expositores de la teoría de la sepultura en viernes (muchos de los cuales son aficionados que copian ideas de otros y las exponen como propias), unos con pocas palabras, otros con abundancia de ellas; lo notorio es que, no importa cuán extenso sea el escrito, todos a la vez concuerdan en que el cuerpo fue sepultado cuando el viernes casi terminaba.
Todos toman la sinécdoque como base, es decir, la parte de un día como día completo. Todos acuden a los teólogos que proponen que opse significa después. De esa manera todos dan a la idea tradicional un carácter inconmovible.
Claro que si se pusiera atención a cada uno de los elementos con los cuales se confirma el viernes como el día de la sepultura, y se analizaran sin tener en mente lo establecido por la tradición, entonces los cientos, o quizás miles de personas que con sus escritos apoyan la idea tradicional no sentirían confianza en lo que dicen o escriben.
Pienso que quienes de ellos lean este estudio van a tener la oportunidad de estudiar más a fondo la situación, hasta entonces podrán concluir si el entierro en viernes posee bases en la Biblia y si es sólo una teoría que no pasa la prueba.
Analícese lo siguiente: Si el cuerpo fue colocado en la tumba en viernes cuando el día estaba para terminar ¿cuándo se compraron y prepararon las especias aromáticas para embalsamar en cuerpo? Marcos 16:1 dice que las mujeres las compraron después que pasó el sábado. Generalmente se dice que ese Sábado es el séptimo día de la semana; entonces, si las compraron después de haber pasado el sábado como dice Marcos, quiere decir que debieron haberlas comprado cuando comenzaba el domingo, después de todo ellas irían al sepulcro al amanecer.
Comprarlas en la noche sólo es posible si se piensa que los israelitas comerciaban en la noche para cuya idea no hay bases sino sólo suposiciones. Pero bien, aceptemos eso y digamos que las mujeres las compraron en la noche del domingo.
Ahora, el problema de esto es que Marcos 16:1 dice que ellas las compraron después que pasó el sábado, mientras que Lucas 23:56 dice que después de haberlas preparado reposaron el Sábado conforme al mandamiento. Véase la fig. 4 que ilustra ambos sábados.
Si primero las compraron y prepararon y después reposaron el Sábado entonces la suposición de que ellas pudieron haberlas comprado en domingo tampoco encaja pues al venir el domingo las drogas ya habían sido compradas y preparadas. Véase la figura 6.
No hay necesidad de forzar el razonamiento para entender lo contradictorio que resulta establecer el viernes como el día del entierro.
Los reportes de Marcos y de Lucas no permiten establecer el entierro en viernes, por lo tanto, la teoría del entierro en viernes no pasa la prueba y debe ser desechada para dar oportunidad al estudio correcto de la Palabra de Dios.
¿A qué horas pudieron las mujeres haber llegado al sepulcro? Mateo 28:1dice que llegaron cuando el día sábado semanal estaba por terminar. Con todo, la visita de las mujeres al sepulcro nada tiene que ver con el tiempo de la resurrección. Como se ha expuesto arriba, la controversia acerca de opse es inútil.
Además, tomar la visita de las mujeres al sepulcro como base para establecer el momento de la resurrección es error que a través de los siglos ha impedido descubrir aquello que está a simple vista como lo es la declaración del ángel.
Según Mateo 28:6 el ángel dijo:
“No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”
¿A qué horas llegaron las mujeres al sepulcro: ¿antes de terminar el Sábado semanal o cuando había terminado? Cualquiera que haya sido la hora de llegada en nada invalida la resurrección en sábado. ¿Se entiende esto?
Incluso las mujeres pudieron haber llegado una semana después, y la resurrección siempre debía ser al cumplir tres días y tres noches. La resurrección del Señor no se estableció en base a la visita de las mujeres al sepulcro sino en base al momento en que el cuerpo fue puesto en la tumba. ¿Se entiende esto?
¿Por qué, pues, el argumento de la resurrección dominical se basa en la visita de las mujeres y no en base al momento en que el cuerpo fue colocado en la tumba? ¿Llegaron antes de terminar el Sábado? ¿Llegaron al amanecer? Nada de eso interesa. Lo que interesa son las palabras del ángel a la hora en que ellas llegaron: ¡No está aquí pues ha resucitado!
Cualquiera que haya sido la hora en que llegaron, el Señor debía resucitar al tiempo señalado, esa es la razón por la cual ellas no lo encontraron.
La verdadera demostración del entierro de Jesucristo el 14 de Nisán antes de terminar el día la proporcionan los cuatro evangelios. Ninguno de ellos dice que el Señor fue enterrado ya entrado el 15 de Nisán.
Por consiguiente, para encontrar el momento exacto de su resurrección hay que partir de ese momento en que el 14 estaba por terminar lo cual la tradición de la resurrección dominical omite.
Esta sección trata acerca de los versículos que todo comentarista de la Biblia, sea teólogo o aficionado toma como verdadera razón para enfatizar le resurrección dominical.
El primer versículo se encuentra en Mateo 28:1
"Οψε δε σαββατων, τη επιφωσκουση εις μιαν σαββατων"
Esto se lee poco más o menos así: Opsé de sabbáton, te epifoskoúse eis mían sabbáton. Las versiones de la Biblia lo vierten de varias maneras, una de ellas es: “Después del sábado, cuando amanece hacia el primer día de la semana”.
El modo de verter el texto está acomodado para proyectar en los lectores la idea de que las mujeres fueron al sepulcro cuando el primer día de la semana comenzaba a aclarar (talvez como a las 5:00, o 6:00 de la mañana).
Todo porque la palabra “epifoskouse”, comenzar a lucir, es tomada como refiriéndose a los primeros momentos antes de amanecer, lo cual es desacertado porque empezar a lucir el día o empezar a brillar el día no significa empezar a lucir el sol o empezar a alumbrar el sol.
Estrictamente hablando, “empezar a lucir” no significa “empezar a amanecer”, o “venida la mañana”, o “al amanecer”; más bien significa que el día está comenzando, lo cual ocurre inmediatamente después de la caída del sol (6:00 p. m., aproximadamente).
Con todo y que epifoskouse es interpretado significando “ya salido el sol” la pregunta es: ¿Puede determinarse el momento de la resurrección en base a la hora en que las mujeres llegaron al sepulcro? Sencillamente no porque la base es el tiempo no la interpretación de esta palabra.
Lucas 24:1 dice:
“El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.”
Τη δε μια των σαββατων ορθρου βαθεος
Usando nuestro alfabeto, esto, poco más o menos vendría siendo: “Te de mía sabbáton orthrou bathéos...”
Entre el texto griego y el modo de verterlo a nuestra lengua (El primer día de la semana, muy de mañana) hay diferencia. Esa diferencia se debe a que las palabras arthrou batheos son interpretadas como “muy de mañana” porque los versionistas infieren que esa es la mejor idea; pero esa idea contradice a Mateo que dice que las mujeres fueron al sepulcro cuando el tiempo apuntaba hacia el primer día de la semana.
Claro que arthrou bathéos podría usarse para dar a entender que significa “muy de mañana” sólo si se tiene en mente la idea de que el Señor resucitó el primer día de la semana; pero si se miran los otros significados de esa palabra entonces la idea cambia totalmente hasta enlazar con las palabras de Mateo.
Según la Concordancia de Strong, batheos significa:
“Profundo (como descendiendo), literal o figurativamente: profundo, muy temprano”.
Muy profundo, o muy temprano” no significa muy de mañana, más bien tiene un significado como recién empezando, o que va en progreso hacia el fondo, de allí que usar la palabra mañana en vez de temprano es un cambio que los versionistas piensan ser el sentido correcto.
Claro que las mujeres pudieron haber llegado a la tumba a cualquier hora, y tanto las palabras epifoskouse y bathós pueden ser vertidas a manera de favorecer la tradición, con todo, otra vez, ¿se establece la resurrección por el momento en que ellas llegaron, o por los tres días y tres noches empezando a partir del tiempo cuando el cuerpo fue enterrado?
La Modern King James Versión traduce Lucas 24:1 así:
“And on the first of the sabbaths, while still very early, they came to the tomb bringing the spices which they had prepared, and certain others with them. ”
La traducción es: “Y en el primero de los sábados, mientras todavía era muy temprano...”, lo cual se aproxima a lo que estoy diciendo, porque orthrou batheos no significa muy de mañana sino cuando el día está empezando. FIN.