El proceso de salvación incluye tres participantes: Dios, el hombre, y Jesucristo. "Porque hay un Dios, y un mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús." (1 Timoteo 2: 5). La salvación es un asunto entre Dios en su santidad y amor, y la raza humana en su pecado. Ella se cumple a través de un maravilloso Salvador, Jesucristo.
Tres factores, relacionados a los participantes en la salvación, son la gracia de Dios, la muerte de Cristo, y la fe del hombre. La gracia de Dios es el origen de la salvación; la muerte de Cristo es la base de la salvación, y la fe del hombre es la condición de salvación. De acuerdo, la Biblia enseña que el hombre es salvado por la gracia de Dios (Efesios 2: 8), por la sangre de Cristo (Apocalipsis 5: 9), y por la fe del hombre (Hechos 16: 31).
La salvación se origina en la gracia de Dios. Planeada por su sabiduría, propiciada por su amor, y trabajada a través de su poder, la salvación comienza en el corazón de Dios. Los pecadores no merecen la salvación, ellos no pueden tener el mérito de la salvación. La salvación es un don de Dios. Las religiones humanas se caracterizan por la búsqueda del hombre por Dios; la verdadera religión cristiana es revelada como la búsqueda de Dios por el hombre. La gracia de Dios, el origen de la salvación, es considerada en detalle en el próximo capítulo.
La muerte sacrificial de Cristo es la base de la salvación. Por el infinito valor de su sacrificio, Jesús pagó la pena del pecado. Su muerte quitó la barrera creada por el pecado del hombre en relación a la santidad de Dios. Ella provee la base a través de la cual Dios puede ceder sus bendiciones de gracia sobre los pecadores sin violar su propia naturaleza de santidad y justicia. Jesús es el único Salvador; no hay otro camino a Dios. Si el hombre ha ser salvo, debe serlo en base al sacrificio de Cristo. Separado de su muerte, no puede existir salvación. Una consideración detallada se ha dado en el estudio de la muerte de Cristo en Cristología.
La aceptación de la salvación por el hombre mediante la fe es la condición sobre la que se concede la salvación. La salvación puede convertirse en una realidad sólo cuando el pecador cumple los requisitos de Dios. Dios proveyó la salvación; el hombre debe aceptar la salvación por la conversión. La aceptación del hombre es la condición o instrumento de causa de la salvación. El hombre tiene la responsabilidad, Dios recibe la gloria. La conversión, incluyendo el arrepentimiento, la fe y el bautismo, no es el origen ni la base de la salvación. La conversión no es la base de mérito para la salvación, es el medio por el cual el hombre acepta el don de la salvación de Dios.
Puesto que la salvación completa está relacionada con los tres factores de la salvación, se espera que cada una de las siete doctrinas de la salvación también estén relacionadas con estos factores. Cuando alguien lee el Nuevo Testamento comprueba que su conjetura es correcta. Cada una de las siete doctrinas de salvación (perdón, justificación, reconciliación, redención, santificación, novedad de vida, y adopción) está relacionada con la gracia de Dios, la muerte de Cristo, y la fe del hombre. Por ejemplo, la Biblia enseña que el pecador está justificado por la gracia de Dios (Tito 3: 7), por la sangre de Cristo (Romanos 5: 9), y por la fe del hombre (Romanos 3: 28). La siguiente tabla muestra cómo cada doctrina está relacionada con los tres factores de salvación.
Gracia de Dios | Muerte de Cristo | Fe de los hombres | |
---|---|---|---|
Perdón | Efesios 1:7 | Mateo 26:28 | Hechos 10:43 |
Justificación | Tito 3:4-7 | Romanos 5:9 | Hechos 10:43 |
Reconciliación | Romanos 5:1-2 | Romanos 5:10 | Romanos 5:1 |
Redención | Efesios 1:7 | 1 Pedro 1:18-19 | Gálatas 3:13-14 |
Santificación | 1 Cor. 1:2-3 | Hebreos 13:12 | Hechos 26:18 |
Novedad de vida | Efesios 2:4-5 | 2 Corintios 5:14-17 | Juan 20:31 |
Adoración | Efesios 1:5-6 | Gálatas 4:5-6 | Gálatas 3:26 |